lunes, septiembre 18, 2006

Segundas respuestas a Policronio


Era de esperar: me ha vuelto a quedar bastante extenso. Les refiero aquí la segunda parte de mi respuesta a Policronio. Esta vez son aclaraciones sobre frases textuales de su artículo referidas a mis comentarios en su propia página.



A mi juicio, lo que tú denominas “tradicionalismo español” (en el que en ningún caso incluiría al catolicismo actual)

Bueno eso será según con quien hables de la Conferencia Episcopal ¿no? Por ejemplo, preguntemos al arzobispo Cañizares su opinión sobre las vírgenes y la unidad de España, que nos vamos a reir. Y, como bien dices, los nacionalismos vasco y catalán también se esconden en sus sotanas. De lo que se deduce la explosiva mezcla, bien frecuente como también saben los irlandeses, entre religión y nación (o tierra prometida). Como me dices que lees a Juaristi, habrás leído sus ensayos sobre la vinculación entre nacionalismo, religión y terrorismo. Y si has tenido ocasión de leer más, habrás ido a sus fuentes y colegas, a Conor Cruise O’Brien, a Juan Aranzadi y a Girard. En ellos tienes admirables explicaciones que te darán luz sobre mitos, religión y nacionalismo.

Si pudieran reunirse todos los votos emitidos a favor del nacionalismo español, probablemente no llegarían ni al 2% del censo, de donde se deduce que la derecha no es nacionalista ni quiere volver al pasado, pero sí conservar una serie de valores que aún estima apreciables: familia, religión, libertad individual, valoración del esfuerzo, iniciativa privada, etc. Así, pues, quien considere que la derecha en España es continuadora del franquismo y persigue unos fines muy semejantes, o no conoce la realidad o no quiere conocerla.


Está muy bien. Y es muy legítmo. Y hasta puede que esté de acuerdo. Si nacionalismo español es sólo eso. Pero habría que preguntarse por qué el dóberman funciona como mecanismo electoral. Le remito a la historia que he contado de los zapatos. Será verdad o no que la derecha "españolista" es así como se cuenta aquí de modo unánime y mayoritario, pero el caso es que no parece ser percibido así. Qué quieres que le haga: no es que me alegre. Me pregunto por qué es tan fácil derrotar al PP poniendo un video de un dóberman. ¿No será porque la gente sigue queriendo pensar otra cosa? ¿De quien es responsabilidad de que lo piense? ¿Sólo de la malvada izquierda, el maldito Polanco y ese remilgado de Iñaki? No digo que no, pero solamente...


En cuanto a tu referencia de nacionalismo español nacional-católico usada como antónimo de nacionalismo democrático, digamos que simplemente te ha faltado añadir “catolicismo preconciliar”, una vertiente del catolicismo que hoy es tan residual como el propio nacionalismo español.

Sólo deseaba expresar la reminiscencia o la presencia de un nacionalismo español que apela a la tradición católica. Ya he puesto un ejemplo antes. La contraposición a uno "democrático" no es buena explicación de lo que quería decir, tómemelo como producto de las prisas . En realidad, quería decir que hay quien simplemente piensa que España es indiscutible y quien le añade causas religiosas o típicamente nacional-católicas, esas del presunto 2% (digo presunto porque no podemos saberlo bien, pero tampoco creo que pase de un porcentaje mucho más alto; eso sí, puede tener una capacidad mediática o de darse a conocer muy superior a esa). Pero lo he explicado mejor en el post anterior.


Por mi edad, he vivido con plenitud de raciocinio los últimos años del franquismo. Y además lo he hecho desde posiciones de izquierda en las que militaba. Aceptando que al finalizar la guerra se produjo más represión de la cuenta, algo verdaderamente condenable,

Yo también. Por mi edad. Me llama la atención lo de "más represión de la cuenta". Asumiendo, como he puesto por escrito, que de haber ganado el bando republicano la hubiera habido también, y no entro en las especulaciones de quién es o hubiera sido más sanguinario. Miremos en qué año cayó el ultimo maquis, igualmente, para saber si fue breve o más o menos dura. O cuando apareció el último topo. Y la dictablanda, que también conocí, tuvo unos fusilamientos muy sonados, tenía censura, prohibidos los partidos políticos y un número considerable de presos, eso, políticos. Más la prohibición de poner a tus hijos nombres que no sean en castellano, humillaciones que, razonablemente, cuesta olvidar. También eso es represión. Y la represión es represión, punto. Y si no era más es porque la dictablanda era la propia descomposición del régimen ¿Por qué cuesta tanto decir desde la derecha que el franquismo es una mierda? Sí, ya sé que es una trampa del PSOE (de nuevo: ¿por qué funciona?). ¿Cuánto cuesta decir que fue una dictadura, sanguinaria a ratos, cutre y muy despiadada? Sí, sé que mucha gente se sintió protegida por el Franco vencedor y su miedo a más quemas de Iglesias y más paseos (¡pero si tengo familia de los dos bandos!), pero el Sr. Bahamonde hubo de haberse retirado en el 39 y dejar la política a los ciudadanos y no crear un cuartel del país. Todo esto, siendo generosos con su figura. Cuando se le acusa de falta de pedigree democrático a la gente del PP es esta sombra la que pesa, la de que no se sabe si se piensa que el franquismo estaba bien o no. Y Mariano no lo aclara. Lo siento: pienso que una barrera para que la derecha tenga más electorado en España y tenga posibilidades de reducir el abismo con el nacionalismo, pasa por aquí, por muy ruin que sea cuando lo plantean el PSOE y los nacionalistas. Otros pueden pensar que no.


No sé cuándo verías a los chicos del bate, la camisa azul, etc. Ni cuándo, ni dónde. Desde luego, a mi juicio no representan a una España generalizada ni en la segunda mitad del franquismo y ni en toda la democracia.

Pues, como te digo en tu página, en mi propio colegio y en las calles de Madrid. Electoralmente, no fueron mucho. Blas Piñar llegó a sacar un diputado por Madrid, y eso son muchos madrileños para mi deshonra. Como he dicho antes con el caso de los nacional-católicos, los muchachos del barrio nacional hacían mucho más ruido de lo que probablemente implicaba su número pero... no olvides algunos muertos a palos y a la extinta, y bien roja, Pina López Gay, a la que le dejaron unas cuantas marquitas. Todas esas imágenes tienen un valor bastante perenne, me temo. Y se asocian a lo que se asocian. Me quedan dos conocimientos de esa época, de los que iban con camisa azul a saludar frente al despacho de Blas Piñar. Uno, hoy es un demócrata con una visión especialmente fina de España para nada dogmática, y el otro... es miembro de una conocida familia de abogados y militares que hicieron saber al sindicato de una de las empresas donde prestaban servicios que no se preocuparan, que a ellos no les pasaría nada. En caso de gobierno militar, claro. Como se ve, hay de todo. Ah, en el cole, me llamaban rojo, pero es que yo defendía la Constitución y la bandera vigente. Igual que la UCD, cuyos miembros deben estar ahora en el PP, pero que nadie lo piensa o se acuerda. Y en la UCD estaba Joaquín Garrigues Walker: la mayor pérdida para los liberales españoles. No veo por ningún sitio a gente como él. Pero eso puede ser sólo mi nostalgia.


En cuanto a esta parrafada: “por no hablar del inveterado recurso de los españoles a la chapuza, el repudio del dinero y el comercio, la ciencia, etc. que hacen poco atractivo en un mundo moderno la idea de ser español”, seguramente la has escrito abducido por alguna nave de extraterrestres nacionalistas, puesto que incluso has asumido su propia jerga. Toma nota: España tiene un rango determinado en el mundo, se encuentra entre las 10 o 12 potencias económicas principales y toda su personalidad como nación va acorde con ese rango.

Voy a tomar nota. Toma nota tú también: la primera universidad española en el ránking internacional es la Complutense, con el puesto 278. No está mal. En los listados de competitividad internacional, no he visto ninguno en el que baje del puesto 20 (de hecho, en el del Foro Económico Mundial, ha caído del 23 al 29 en 2005), bien lejos del 10 o el 12 (es el octavo o noveno, pero bueno). Miremos los índices de burocracia, corrupción etcétera a ver el papelón. No entremos en el nivel educativo, o que aún existen analfabetos (no, no tenemos el 100% en el índice de alfabetización). Lo grave es a quienes tenemos por delante.

Déjame que sea un poco malo: lo de la décima potencia industrial, era una cosa que le encantaba a la propaganda del régimen. Ahora te voy a desilusionar: si nos vamos a guiar por el PIB, lo vamos a pasar mal: de aquí a pocos años, vamos a ser superados por India y Brasil, como mínimo, prepárate a Viet-Nam, Indonesia, seguramente México. Es lo que sucede gracias a la globalización tan denostada, los pobres están corriendo, y tienen mercados enormes. Es decir, que España tiene un lugar en el mundo que debería empezar a defender con otros indicadores..., como renta per cápita (ya no somos ese doce que te gusta, aunque hoy Zapatero predice que pasaremos a Italia, no sé si antes o después de la economía sumergida), competitividad, presencia de industrias de valor añadido, etc.

Pero esto son sólo datos, no el problema: España ha mejorado mucho, muchísimo, es ejemplar. Lo tengo escrito. Pero la percepción colectiva, y más internacional, de país poco competitivo, siestero, con cierto tono caspa, está tan pegada a los genes colectivos que... no ayuda a la "causa de la nación española". Sin más. No es que me alegre. Vuelvo a lo de los zapatos, para que me entiendas. Por eso te digo que ser catalán, o elegir que tu identidad sea catalana es más interesante: porque tienen reputación de industiosos, serios, porque es el país que le gusta a las multinacionales japonesas, porque en su imaginario siempre se han considerado europeos en contraposición a lo español cañí. Si te miras este post mío, a lo mejor te ríes y me entiendes.



Espero haberte entendido mal y que “los principios morales católicos” no sean uno de esos cadáveres que el PP posee en el armario, según tú. El matrimonio gay, la educación no consensuada objeto de millones de firmas y manifestantes, los 80.000 abortos anuales que se practican en España, me parece que son problemas lo suficientemente serios como para haberse enfocado de otra manera por parte del gobierno socialista, cuanto más, si se tiene en cuenta que el 80% de la población española se declara católica, practicante o no, y por lo tanto sujeta en buena medida a esos principios morales

Quien se alinea con la conferencia episcopal es el PP, no yo. Que este país, por mucho que la gente se declare católica, es evidente que no hace caso a la doctrina de la iglesia. Porque si de verdad le hiciera caso en materia de moral... creo que Durex tendría que cerrar sus puertas. Que este país, con sus tradiciones festivas católicas, comparte un amplio anticlericalismo (que no es lo mismo que anticatolicismo), resulta muy obvio. Que los españoles no rellenan la casillita de financiación de la iglesia como la iglesia querría, es un dato apabullante. Una muestra de fervor: ya pasamos del 80% a sólo el 32. Los (pocos) protestantes españoles han decidido que no quieren recibir un duro del estado, ni siquiera por la vía de la casilla. Coherencia para un liberal. Lo otro, es coherencia democristiana, que no es lo mismo que ser liberal. Pero volviendo al tema: hasta las encuestas son favorables al matrimonio homosexual a pesar de lo que la gente declara en esas otras encuestas. Yo sólo digo todo esto porque me parece muy bien que el PP se declare como partido democristiano si le da la gana (Unió lo hace), pero eso no es toda la derecha que aspira a representar. Y debe asumir que resta votos por la impopularidad de determindas posturas de la jerarquía católica. Si quieres, lo discutimos, pero queda poco que hacer, no es muy popular: yo sólo sugiero que en materia de conciencia, el aborto y el matrimonio lo son, el PP hubiera ganado credibilidad dejándolo como un problema de conciencia individual y no como lo que ha parecido, imponer mi moral a los demás. Si a los católicos no os gusta que se llame matrimonio, pues qué se le va a hacer: no va a cambiar el asunto, van a tener los mismos derechos que un matrimonio frente a la ley. No se le obliga a nadie a casarse con alguien del mismo sexo. Si eres católico, por muchas que sean tus pulsiones, no lo harás. Sin embargo, parece que en el seno del partido e incluso de la iglesia hay opiniones contrarias. No quiero tener razón: sólo intuyo que no representa esa visión a todo su electorado potencial y que tiene que elegirlo. Es así de simple. Si elige la presentación pública como adalid de la Conferencia Episcopal, está muy bien, pero reduce las posibilidades de ganar.



Preguntas “¿qué se hace?” La respuesta tiene un nombre: Libertad. Libertad de decisión de la ciudadanía para que escoja lo que le conviene en todo momento y sobre cualquier actividad. Pero libertad con fundamento, para lo cual es preciso corregir el proceso y que sea el Estado quien asuma la educación e imponga en los próximos años la neutralidad en la enseñanza. Es tal la desidia del Estado respecto a lo que sucede en ciertas regiones españolas, como por ejemplo la nula actuación de la Alta Inspección del Estado en materia educativa, que me gustaría conocer un solo caso en el extranjero de similar abandono, al menos en un país del primer mundo. Fíjate en Alemania, por ejemplo, y eso que son federales. La educación común es sagrada y el equivalente a la Alta Inspección del Estado no cesa de actuar.

Estupendo. Me parece que puedo estar de acuerdo en casi todo. Sólo espero que no se entienda la educación como adoctrinamiento, emulando a nuestros queridos nacionalistas. Pero sólo es una propuesta más que tiene que conseguir los votos suficientes. ¿Los tiene?. ¿Libertad implica libertad para proponer dejar de ser español? ¿Le puede convenir a la ciudadanía dejar de serlo? Yo hice una pregunta a la que no me respondes: ¿Cómo debe responder una sociedad democrática a una petición de secesión pacíficamente planteda? ¿Qué tal en un entorno con mayoría de votos potenciales? Como mínimo, yo creo que hay que reflexionar sobre ella, y no únicamente con el no, sino cómo se justifica que en democracia las mayorías no siempre ganen. Algún argumento, sólido, se debe tener. Porque si no, se va a decir que es una imposición. Ah, mayorías cualificadas, ¿cuáles son? Pues ya se han hecho algunos ejercicios...


Si un nacionalista llegara a admitir esas estupideces, dejaría en el acto de ser nacionalista y una de dos: O se volvería un demócrata o se iría a su casa.

Para que lo entiendan los demás: yo pregunto que pasa si los independentistas dejan de apelar a las leyendas y siguen queriendo la independencia. Me parece la tuya una respuesta simple. Yo he venido cambiando comentarios y opiniones con un señor de Cataluña que se declara independentista y que pasa olímpicamente de los argumentos históricos y míticos. Simplemente, prefiere gobernarse desde allí. Hay, también, un señor inglés que ha decidido, más o menos, que prefiere ser catalán, y lo ha descrito muy bien. Se llama Mathew Tree, si vives en Barcelona te sonará mucho. Esta cita, aunque él no lo confirme en su libro, y que traduzco del catalán, es toda una declaración de independencia "no nacionalista": "¿Que es una región? Una región es un lugar que no es su propio centro. Y la inmensa mayoría de los catalanes, por las razones que sean, quieren ser su propio centro: ante ellos mismos, ante los españoles, ante los otros países del mundo". A mí me parece plenamente respetable y que es una propuesta de discusión democrática.


Según tu teoría, ¿dónde encajaría el Reino Unido? Porque me suena que es una monarquía, con religión oficial del Estado (anglicana, la reina es su cabeza visible), si bien tibiamente tolerante respecto a otras religiones, e impulsora de una escuela pública no demasiado reciente, puesto que la primera ley de educación pública se promulgó en 1870 e incluía la enseñanza religiosa oficial. La segunda reforma fue en 1944 y hasta 1994 no se equiparó a la educación pública más extendida en Europa.

Yo decía que una de las razones por las cuales el estado francés triunfa en el país vasco al norte de los Pirineos y en el Rosellón (la Cataluña francesa) era la fuerza de la escuela pública de ese país, que ejerció un efecto vertebrador fuerte por la república francesa y su jacobinismo. Esto procede de alguna lectura que ahora no tengo a mano. Ponía el ejemplo para diferenciar, especialmente, la debilidad de lo español, en sentido jacobino (liberal, en todo caso: se corresponde a las luchas del XIX, período al que también me refiero con el caso francés) en el mundo rural vasco. Bien es cierto que la provincia sale carlista, y la capital liberal. Y que el carlismo es la versión menos popular de lo español en la actualidad, aunque no en vano la base del nacionalismo. Es decir, el fuerismo, que como sabemos, no fue un sentimiento derrotado por el Concierto económico y la Ley Paccionada: ¿no fue este el fracaso del liberalismo español en el XIX?. Pero espero que tomes con pinzas el ejemplo inglés: en el Reino Unido digamos que en los últimos años se ha favorecido, y nadie dice que se haya terminado, la devolución de los poderes a Escocia y Gales. El auge del partido nacionalista escocés es más tibio ahora, pero ha tenido verdadera fuerza. Y ver a Sean Connery defender la independencia de Escocia sin que pase nada, pues resulta ejemplar. Por otro lado, los británicos no hacen ascos a que sus territorios tengan selecciones nacionales. Ah, es la tradición. Ah, pero es que aquí se cuestiona la unidad. Ya. Suelo decir que el problema no es el modelo de estado, sino la lealtad al estado el verdadero problema de nuestra tensión nacional. Navarra es casi lo mismo que el País Vasco, pero resulta lo más español del mundo. Espero que no le hables de retirarle las competencias de educación. Pues si el problema es este, a lo mejor me dices que no, será conveniente hablar de ello dejando de lado los eufemismos constantes: que el PP no se lleve las manos a la cabeza escandalizándose de que le piden la autodeterminación y que asuma que es lo que quieren algunos, incluso los que no matan. Si es que no lo ocultan. Ese es el melón y podemos seguir dándole vueltas sin afrontarlo si queremos, pero es una partida perdida haciéndolo como se está haciendo. Se tendrá que tener una respuesta, una alternativa al no a secas, y aceptar que se tiene que tratar con gente que no quiere ser española y que no eso no se puede cambiar. ¿O sí? ¿O sí se les puede convencer? Me da que, así, no.

Sobre el tema del anglicanismo oficial de la reina, es un eximio residuo de siglos pasados de poca trascendencia en la práctica, aunque desde luego tenga serias consecuencias constitucionales para la familia real. Pero también tenían la costumbre de comprobar que sus futuras princesas iban virgenes al matrimonio y han tenido que olvidarse de ello gracias a Sarah Ferguson. Por lo demás, la iglesia anglicana tiene una relación con el sacerdocio femenino y la ordenación de homosexuales bastante curiosa si lo vemos desde el punto de vista católico... Por último, me parece muy poco comparable el protentastimo de la reina con el nacional-catolicismo... sobre todo teniendo en cuenta que sus promotores eran un dictador y un pensador fascista, con la propia complicidad de los purpurados, y la reina de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte es, y han sido sus ancestros desde hace siglos, una monarca constitucional con un parlamento libremente elegido. Espero que se aprecie la diferencia.



Por cuestiones cronológicas es imposible que el PP (salvo en el caso de Fraga, que ya pinta poco) sea heredero del franquismo

Vuelvo a los zapatos. Es cierto. Pero por el mismo motivo que la provocación del dóberman, de retirar las estatuas de Franco funcionan, el PP es percibido psicológicamente como los herederos de los franquistas, como el partido de sus hijos. Y no andamos sociológicamente desencaminados en un porcentaje amplio. ¿Recordamos quien es la familia Rato? ¿O los Mayor Oreja? Pregunte, pregunte en el País Vasco que visión tienen de ellos. Pero la cuestión es otra: defiendo y también lo he escrito, que ni los hijos ni los nietos tenemos nada que disculpar de los crímenes de nuestros abuelos. Lo malo es que la percepción contraria e injusta funciona, y el PP entra al trapo.



¿Qué historia es esta de justificar el odio a España, que a fin de cuentas es de lo que va el artículo origen de la polémica, poniéndose a favor de los totalitarios? ¿No se te ha ocurrido pensar, puesto que pareces preguntarte siempre el porqué de las cosas, cuál es la razón para que la izquierda y el nacionalismo obren así?

¿Dónde pone que lo justifico? ¿Dónde pone que me ponga a favor de los totalitarios? Que a mi me parezca que haya razones y argumentos para que mucha gente haya aprendido en su casa que la España que se le atribuye al PP no es simpática, no creo que sea descabellado. Y negarlo es cerrar los ojos a la realidad y a los sentimientos de cada familia que piensa de esa forma. He puesto el ejemplo de los bautizos obligatorios en castellano: yo puedo echarle la culpa a Franco y su régimen, otros se la echan a España porque interpretan que Franco y España son lo mismo. Pero no me negará que el sentimiento de humillación no se lo quita nadie: son las historias que los padres cuentan a los hijos y que Juaristi cuenta tan bien (¿Te preguntas, viajero, por qué hemos muerto jóvenes / y por qué hemos matado tan estúpidamente? / Nuestros padres mintieron: eso es todo).

Habiendo sido acusado de terrible izquierdista por uno de los visitantes de Batiburrillo (como si fuera un delito), voy a hacer votos porque me sigan acusando de lo que les apetezca. Es Felipe González quien ha dicho, creo que refiriéndose al nacionalismo moderado, que tienen que reconciliarse con España. Nada más y nada menos. Y esa es la batalla, encontrar la reconciliación sobre ese concepto de país, si es que se puede, y si no se puede, pues habrá que hacer otra cosa. ¿Por qué nacionalistas e izquierdistas se llevan tan bien? Pues Arzalluz lo explicó estupendamente un día: no en vano, se habían tomado unos cuantos vinos juntos mientras ambos eran perseguidos. La trinchera une mucho, no se eligen compañeros allí: es lo que dijo Mario Onaindía para explicar por qué se asociaba al PP, en medio de críticas furibundas.

El mismo Mario Onaindía explicó en una conferencia en Madrid al principio de la transición su visión del problema y dijo: "España es una nación fracasada de naciones fracasadas". No está nada mal para resumir el problema. Para mí discutir problemas como la secesión pacífica, no es un problema de totalitarismo, ni siquiera constituye una obligación de ejercerla el mero hecho de aceptar el debate, me parece un acto de salud democrática.


Coda Final: lo de la identidad de España, es francamente lioso. Si quieren entretenerse, en este enlace de un servidor de ustedes, encontrarán citas en todos los sentidos que invitan a una amplia reflexión. Cada uno elegirá la suya. Está centrada en los catalanes, pero vale para todo.