Le hemos dado tantas vueltas a lo de si existe el nacionalismo español que, miren por donde, José María Aznar El Desposeído, nos acaba de dar un elemento de reflexión. Como ustedes son cultos, se acuerdan lo de las patrias míticas y tal. Como son cultos, tienen ustedes fresca en la memoria las críticas al gusto por las leyendas medievales de nuestros nacionalistas caseros, sus milenarios y sus viejas leyes.
Tomen nota:
"¿Cuál es la razón por la que Occidente siempre debe pedir perdón y ellos nunca? ¡Ellos ocuparon España durante ocho siglos!"Bien, lo de andar pidiendo perdón por todo es una solemne majadería, pero que ELLOS "ocuparon España ocho siglos", es una prueba palpable, en opinión de servidor, de recurso a la patria mítica. Le falta el Conde Don Julián, traidor por antonomasia y Santiago Matamoros. Excuso decir que todos los protagonistas de aquéllo están muertos para decirnos cuál era su patria ¿Puede José María decir que España existía en esos ocho siglos? Américo Castro nos enseñaba que el nombre español es el que daban los no peninsulares a los peninsulares, que no les daba por llamarse a sí mismos de esa manera...
Si es que la historia es muy chunga. Aznar hubiera sido más listo en el juego de arrojar patrias unos contra otros leyéndole la lista de los Reyes Godos a Pujol. Uy, ¿y si esos no eran españoles? Porque dado el razonamiento se nos hace evidente la conclusión de que ni la Mezquita de Córdoba ni La Alhambra son obras de manos españolas. Habrá que pensar que cuando Bin Laden pida perdón por la ocupación se las devolvamos piedra a piedra. Ah, y no olviden preguntarle a Ibarreche si Euskal Herria fue ocupada por los moros y liberada por los españoles o sólo por los aguerridos vascones, esos seres vagamente romanizados, prueba irrefutable de su condición de pueblo perdido en la noche de los tiempos.
P.D.: No se olviden de participar en la primera edición del gran concurso internacional "defina usted a Berlin Smith". Sartine se ha portado, como siempre, y les ha mandado un reto a todos. No lo duden, pueden ser los ganadores de un estupendo libro que a las diez de la mañana todavía no sé cuál será. Sigan atentos.
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