El concurso internacional "cuál es la nueva faz de Berlin Smith" está siendo un éxito rotundo. Acólitos y críticos se han retorcido el cerebro hasta límites insuperables para ofrecernos todo tipo de ángulos. Pero no basta, han de llegar más, que todavía dudo (o, mejor, estoy confuso), y pese a las afirmaciones de tongo del Sr. Royo, en un clásico ejercicio de agitación y propaganda propio de los miembros de la Academia de Cine, aquí no hay nada decidido.
Pero sí he resuelto mi confusión en cuánto a cómo debo compensar esta gesta al feliz ganador. Puesto que he recibido peticiones de material histórico militar y de biografías, sumado a que uno lo que quiere es hacer verdadero proselitismo con sus ideas recalcitrantes, la cosa está entre tres pedazos de productos culturales que, sin duda, serán la envidia de los perdedores. Perdón, finalistas, que son todos ustedes finalistas.
A la sazón, allá va el número uno. Categoría: proselitismo. Título: "La Política de la Claridad. Discursos y escritos sobre la unidad canadiense". Autor: efectivamente, Stephane Dion. Esto servirá para que la cuestión canadiense se entienda de una vez y yo gane adeptos. Les advierto que Arcadi es fan. El receptor, de serlo, estará invitado a promover un encendido debate en su web. Hoy he hecho la consulta al librero y tardan diez días diez en servirlo.
En el número dos, Rumores de Guerra. Categoría: histórico militar. Subcategoría: extraordinaria confesión humana, lecciones para la vida y la política. Apasionante. Diferencia: es un documental y no un libro. Más gozoso porque se comparte en familia, con sus compañeros/as. Asunto: Robert Mc Namara cuenta su vida política delante de la cámara. Problema: creo que está agotado, pero puedo hacer eso que es perfectamente legal que se llama copia privada. Si mi grabador me deja y engaña todas las protecciones que tenga el disquito.
Tercero y último. Ya se ha pasado por aquí, pero es oportuno: Hotel Tierra. Categoría: reelaboración autobiográfica. Autor: ajá, Sabino Méndez. Como lo he explicado, no lo lo elogio más, pero creo que se emocionarán. Digo yo. O puede que yo sea un sentimental. Este se consigue bajando a la calle, todavía. No me esperen si les he seducido.
Es indudable que la mera presencia del obsequio potencial les va a llevar a agitarse en sus teclados y a ofrecer nuevas y múltiples versiones de esta página inimitable y que es la suya.
Voy a divertirles con una cita que acabo de leer hoy, que pertenece a Raymond Carr y que recoge Jordi Canal en su libro El Carlismo: dos siglos de contrarrevolución en España. Es obvio que la revolución es la liberal, que nadie se lleve a engaño:
"España, que dio nombre al liberalismo, produjo con el carlismo una forma clásica de contrarrevolución"Recoge muchas de las cosas que ocurren aquí, en Noches Confusas.
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