Considero que Chavez acaba de demostrar un valor singular: su talento para la autopromoción es superior a la de la mayor genio de nuestro tiempo en esas lides: la Sra. Ciccone, más conocida como Madonna.
Esa señal de la cruz y esa voz figurará en el ránking de los momentos estelares de la ONU compitiendo con el zapato de Krushev. Sólo nos queda hacerle un héroe repitiéndolo, así que no escribo una línea más.
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