martes, septiembre 05, 2006

Censura, tú que cabalgas de nuevo



Y que te reproduces en todo político acosado, en todo patán con uniforme, galones y honores. Pero son tiempos en que la cretinez y la ignorancia, que es tan osada, se castiga: es probable que nunca podáis callarnos.

Montilla, ese incomprensible ejemplo de político tenido por eficaz (sus rasgos me empiezan a parecer más de comisario, más de la debilidad clásica de la izquierda, ese todo por el partido) se apunta a crear leyes que impidan a los españoles acceder a los servidores extranjeros cuando determinados agentes judiciales impidan el acceso a sus contenidos. Y no le tiembla la voz.

Verán la excusa:
Según las fuentes consultadas, el nuevo mecanismo de control que propugna Montilla permitirá, por ejemplo, que ciertos contenidos no estén accesibles para los internautas españoles si así lo decide «un órgano competente», ya sea judicial o administrativo, aunque aún no está definido.

Estas fuentes citan como hipotético ejemplo la posibilidad de que «un juez determine que ciertas informaciones, como por ejemplo las relacionadas con la investigación del 11-M o la lucha antiterrorista, puedan entorpecer las investigaciones o vulnerar las leyes españolas».
Y nos abruman con un ejemplo que pone los pelos de punta:
Recientemente, la web de The New York Times bloqueó el acce-so a una noticia a los visitantes del Reino Unido para evitar vulnerar las leyes británicas sobre el secreto de las investigaciones judiciales. La información guardaba relación con los atentados que se frustraron el pasado mes de agosto en los aeropuertos británicos.
¿Hace falta explicarles a mentes como ustedes lo que supone esto? Entiendo que no. Eso de que un gobierno no me deje acceder a información que es pública... Va a ser momento de empezar a protegerse. La geolocalización puede evitarse si no encuentran tu IP, así que es tiempo de estudiar seriamente afiliarse al Partido Pirata y pagarle unos duritos a Rellaks para que no sepan a dónde vamos y a dónde venimos. El bueno de Pululante, les explicará qué es esto de la piratería política. Y el gran Enrique Dans le ayudará a tener solidez ideológica, comprensión técnica y el sentimiento íntimo de victoria de saber que no podrán con nosotros:
La comunicación anónima a través de Internet es y debe ser un derecho inalienable de los ciudadanos. Utilizar una red de este tipo o de las muchas que aparecerán en el futuro con la misma finalidad no es algo que provenga del hecho de "tener algo que ocultar", sino una defensa de los derechos fundamentales de los individuos. Existen muchas legítimas razones para querer ser anónimo en Internet. Teniendo en cuenta cómo se está poniendo el panorama en Internet, con escándalos como el de AOL y gobiernos empeñados en intentar aplicar métodos del siglo pasado a los medios existentes en este siglo, las darknets se disponen, sin duda, a vivir un auténtico período de auge.
También se lo ha contado a Álex Ubago, otro músico que piensa que los malos son los que le escuchan sus canciones y no le quieren pagar simplemente por eso, por escucharlas. El razonamiento, nos vale para Montilla y para advertir al sucesor in pectore, el tal Clos:
Esa regulación que tan alegremente invocas, ese "que la ley regule un poco Internet", perdóname que te diga que es algo imposible e incompatible con un régimen de libertades propio de un país civilizado. La ley puede decir lo que quiera, pero mientras no estés dispuesto a cosas tan impensables como no garantizar el secreto de las comunicaciones o la inviolabilidad de los domicilios, todo lo que diga esa ley que tan inconscientemente pides será algo completamente imposible de ejecutar. Eso sí, si no te gusta ese panorama, siempre podrías emigrar a un país que no respete las libertades fundamentales, que tristemente todavía los hay
Ah, y sepan poner las cosas en contexto. Esto es igualito que lo de la Iglesia ortodoxa rusa con Madonna, las caricaturas danesas y las broncas contra el Código da Vinci: censura, censura y censura:
«Hemos proclamado una nueva santa inquisición, que luchará contra la profanación de las cruces, de los iconos y de la simbología de la ortodoxia». Y agregó: «El objetivo de la nueva inquisición no será matar a personas, sino luchar contra el sacrilegio». «Los ortodoxos haremos todo lo que esté a nuestro alcance para impedir el concierto de Madonna en Moscú»
Para no tener que volver a escribirlo todo, les devuelvo a Elsinore.



Actualización de las 11:30: Era de esperar. El Sr. Dans no está contento con la gracia de Montilla.