miércoles, octubre 18, 2006

La increíble historia de la hucha menguante


Si Sacyr se come Repsol, si La Caixa va a dejar sus participaciones industriales a la mínima expresión (como han hecho los bancos), si Gas Natural va a ir de segundón en cualquier operación con Iberdrola y/o Unión Fenosa, si en los autopistas quien va a estar encima va a ser ACS... todo un leit-motiv histórico del catalanismo, tanto del PSC como de Convergencia se derrumba: el poder económico-político de la energía española con control catalán era una punta de lanza de toda la clase política barcelonesa. O qué otra cosa ha estado haciendo Montilla en Madrid.

La concentración de poder económico en constructores "madrileños" (Fenosa, dejará de ser gallega) es demoledora. Sumado al poder financiero de la banca (BBVA tiene la sede en Bilbao, pero todo lo decide en Madrid), ya es sorprendente que Pujol no aparezca para dar la voz de alarma.

Una alternativa conspirativa, a la que se apuntaría Viladesau (¿sigues con la coleta cortada?) es la de reducir los lazos económicos con España al máximo para que la independencia sea posible. O tenga sentido. Pero yo no me creo que ese sea el plan de Artur. Ni mucho menos de Durán. Extraño brazo armado que se desvanece...