Un apasionante artículo de Egócrata con el subsiguiente debate merece nuestra atención. Tiene parecidos inquietantes con cosas que pasan aquí, en el otro lado. Y me refiero a que tiene como protagonista a los debates por la pureza ideológica y a quienes tienen licencia para el reparto de carnés de idoneidad ideológico-intelectual.
No obstante creo que el debate que se sostiene en la página rehuye un punto: si la izquierda que se recicla ideológicamente huyendo de la pureza marxista (¿leninista?) lo hace asumiendo valores que los críticos en su seno denominan "liberalismo de izquierdas", ¿no es bien cierto que entraña un sentido de rectificación que señala la debilidad, cuando no la falsedad, ideológica de los orígenes de los movimientos "de izquierda" social-comunistas y sus herederos socialdemócratas? En definitiva, la aceptación del mercado es una renuncia espectacular a toda una catedral de pensamiento. ¿Tiene sentido ir más allá y seguir derribando tótems sobre la igualdad o lo colectivo?
En el fondo, no es verdadero liberalismo, o no lo es pleno. Ese liberalismo de izquierdas lo es para la moral (es decir, para rechazar la imposición de la moral cristiana o conservadora, para asumir la plenitud de la libertad de pensamiento) pero no lo es plenamente para la vida económica o la construcción del derecho: persiste la preferencia por lo colectivo cuando entra en conflicto con la libertad individual ante cualquier circunstancia y el intervencionismo exagerado en busca de un concepto erróneo de justicia social y de igualdad. Al menos, es lo que creemos aquí. No sé si nosotros.
Pero no me extiendo. Les recomiendo que vayan y debatan allí, en ese lugar tan civilizado e intelectualmente potente y necesario que es Because the other day.
P.D.: Todo esto tiene algo que ver con lo que hoy idealizo/poetizo sobre Lula.
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