Él, es decir, Citoyen; supongo que en venganza de una anterior vez pero de la que creo que ya se vengó, me pide que le corresponda a un fatídico meme. Lo hago por él, que es un alguien estupendo y con una mente preclara y potente, tanto que practica una socialdemocracia que a veces parece liberal: todos se hacen más liberales cuando "humanizan" o "modernizan" sus doctrinarios. Él dirá, aunque seguramente les contará que lo mío es ser un aprovechado, y que no es en absoluto verdad esa inclinación encubierta a ser un liberal. Como mi padre me enseñó que decir de un hombre que es un liberal es lo más grande que se podía decir de él, yo se lo llamo.
La puñeta va como sigue:
¿Por qué creaste o ingresaste en un blog?
Le juro que no lo sé bien. Puedo pensar en muchas razones relativas a mi necesidad de expresarme, pero puede bastar con que soy un narciso.
¿Cuántas bitácoras lees al día?
Según el día. Pueden ser bastantes. La del afrancesado que me interroga, está entre ellas. Si quieren saber cuáles, pues las mejores. Quédense con la duda. En ellas también incluyo las de la horda roja.
¿Que si sé lo que es un lector RSS y cuál?
La duda ofende, oiga. Uso bloglines, muy clásico.
¿Que si he baneado a algún comentarista?
¿Es un barbarismo o quieren decir si le he baleado? Ganas a veces no faltan. Pero yo no he censurado a naide.
¿Cuál es el beneficio que he obtenido? ¿El perjuicio?
Perjudicar no sé si perjudica. Que te envicias. Que como he aprendido y me cuenta el Blogger Mayor, el señor Enrique Dans, que la audiencia sabe más que tú. Y sobre todo gente verdaderamente increíble: temblad periodistas y santones de opinión; Citoyen, Luis Amézaga, Sartine, Luis I. Gómez (que volverá, como las golondrinas), todos son mejores que vosotros, los columnistas, y se han hecho mis amigos. Unos amigos raros, porque no tomamos vinos juntos, pero amigos. Puede que sea mejor así, que el roce hace el cariño pero puede que canse. Debería mencionar a ese campeón de la agitación más propaganda que es Ricardo Royo, rojo de pro, pero ya es periodista y también debe temblar. Coñes, y si me he dejado a alguno de mis clásicos, que me perdone, me banee o me grite. Sí, me dejo a Viladesau, pero acaba de cortarse la coleta.
Y con esto termino. Última vez, Citoyen.
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