miércoles, mayo 17, 2006

Carta para Evo


Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.

De la carta de despedida de Che Guevara a Fidel Castro. Terminó en Bolivia, muerto a tiros. Ernesto Guevara dejó a sus hijos en Cuba. Es verdad, no les faltó de nada. Pero es evidente que el gran estado cubano es incapaz de dar a sus habitantes lo suficiente para vivir. Hoy Fidel reclama, precisa, la ayuda exterior para gestionar las empresas que le dan divisas. Las empresas que la revolución no sabe gestionar. Ayer un tipo en Bolivia - Evo - decidió que él es quien para saber mejor que nadie cómo se administran los fondos de pensiones de los bolivianos: nadie les ha preguntado si prefieren decidir ellos quién debe hacerlo. Aunque sea por el pequeño detalle de que el dinero es de ellos, no del dichoso pueblo.