lunes, mayo 08, 2006

La jornada sorprendente


Es mucho para mi cuerpo. En el mismo día, tenemos:
  • Que los polis de la bronca aquélla por zarandear a Bono eran, efectivamente, unos listos y ya no debe caber decir que los manifestantes de aquéllo eran una horda fascista.

  • Que hay alguien que dimite. Jodó. O es la lección bien aprendida de los tiempos de Barrionuevo del nuevo socialismo en el poder o el tío se pone solo los pantalones. O las dos cosas. Vamos, que vamos mejorando. Sólo falta que nos digan que ellos sí dimiten y son muy éticos y muy por el pueblo: con este detalle, lo estropearían.

  • Otegi dice que los otros también pupa. Su problema son los otros, porque lo de pupa para ellos, me lo tiene que repetir muchas veces que soy duro de oído. Pero debe ser una avance. Ahora le falta decir que ya que saben que han hecho pupa van a repartir unos bonos y hacer unas rondas por las herrikos para pagar los desperfectos.

  • Lo que no aguanto es que Pepe Blanco diga que Otegi está arrepentido. Yo entiendo que toda la comedia está bien montada para escenificar la legalización, la normalidad, la paz y tal y tal: las salchichas de las que aquí hemos hablado: pero que no me llame tonto, se lo ruego.