Es lo de la negociación con ETA, ¿saben?
Menos mal. Es una explicación absurda, pero ya descansa uno. La pregunta que debiéramos hacernos todos es, dado que es necesario aclararlo, si el resto del tiempo sus fines no son nobles.
Debe decirse, igualmente, que el señor primer ministro parece no saber que para hacer algo bien no bastan las buenas intenciones. Hay que saber lo que se hace y cómo se hace porque buena intención tenemos todos. Y eso es lo que me atemoriza de esta negociación, no que no tenga una finalidad correcta.
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