Dicen que Gallardón leyó el artículo catorce de la Constitución, que no sé si está en el rito laico de las bodas municipales, pero lo leyó, "los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna, por razón de nacimiento, raza, sexo, religión..." y les casó.
Afuera, las fieras gritan, ahora tacha el partido de incoherente a su Alcalde necesario, al tipo que puede mantener Madrid en manos populares. ¿Bastión de los derechos civiles? Insumiso, objetor de conciencia u oportunista. Puede que todo a la vez. Los que gritan se olvidan que, a los que casan, también son de su partido.
¿Sonarán los tambores de quienes claman en busca de traidores? Bellido Dolfos tras cada esquina. Cuando hay traidores se clama venganza, y en la venganza Saturno devora a sus hijos.
Santiago Navajas me lo dice por un rincón de los que dejo sueltos por aquí: "cada vez que un obispo protesta, gana 100.000 votos liberales". ¿Tantos tenemos?
P.D.: el malvado Zerolo viene a decir que se tomará en serio al Alcalde si pelea en su partido por retirar el recurso de inconstitucionalidad a la ley del matrimonio homosexual. Algo de razón lleva, pero él bien sabe que es una crítica oportunista de verdad: el alcalde le cumple la ley con gusto y, encima, es malo. El silencio, si de verdad le interesa su propia causa, es más respetuoso con ella.
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