viernes, julio 28, 2006

Memoria en agua de borrajas



Cabe razonar por esas cosas de las intuiciones que tenemos los mortales y que pueden ser perfectamente falsadas por la razón en pocos segundos, que si una sentencia, dictamen, propuesta de acuerdo, no satisface plenamente a todos, es que debe estar bien hecha.

Sospecho que no es el caso, sospecho que lo que hoy se ha dado a conocer como el gran parto tras la gran bronca de la memoria histórica es la prueba evidente de un enorme e innecesario desmadre: o sea, que la presunta democracia consolidada, ejemplar modelo de transición democrática en el mundo, faro del europeísmo militante tiene que prohibir treinta años después que cuatro chalados con camisa azul vayan al Valle de los Caídos a hacer el idiota una mañana. Si lo que querían era superar el pasado, lo han conseguido. Ahora esta gente encontrará la manera de hacer ruido.

Antonio Casado, comenta:
Moncloa se esfuerza en negar un cierto repliegue en el inicial objetivo de retribuir el sacrificio de las víctimas del franquismo en todas sus formas, sobre todo desde el punto de vista moral y político. Sin embargo, el desenlace de tan estrepitoso debate nada tiene que ver con ese supuesto revanchismo que, a modo de ataque preventivo contra el Gobierno Zapatero, le venían atribuyendo los dirigentes del PP un día sí y otro también.

Finalmente, han decaído los aspectos más controvertidos de la ley. No habrá revisión de sentencias por juicios sumarísimos de carácter político. El Gobierno no osará pedir a la Iglesia que retire de numerosos templos las placas de homenaje a los ‘caídos’ del lado franquista. Ninguna retirada masiva de símbolos va a alterar el sueño de nadie. Nada de rebautizar calles o plazas. En fin, nada nuevo ni especial por reparar la memoria de las víctimas más allá de ayudas personalizadas a quienes, por ejemplo, quieran buscar los restos de sus familiares en fosas comunes. O de desagravios económicos en forma de indemnizaciones, pensiones y algún otro tipo de prestación.
Entonces, ¿para qué todo esto? En algún sitio de esta nuestra blogosfera he comentado que es perfectamente necesario que si quedasen pendientes de compensaciones, reparaciones o lo que tenga que ser de personas replesaliadas que se haga y se resuelva ya, pero que no es necesario tanto ruido, tantas ganas de culpar al rival de hoy. Decía también que ya se han repartido pensiones y gratificaciones económicas, que los miembros de las Brigadas Internacionales ya han tenido su retorno y su nacionalidad para el que la quiera. Si había más que hacer, que se hiciera, ¿pero por qué irritar al país? Elecciones, lanzas, etc. etc.

Y ahora resulta que todas las terribles sentencias de la represión de posguerra no pueden modificarse por una importante doctrina jurídica que no conozco y que puede que sea el acto simbólico que moralmente más sentido tiene. Después de todo el ruido de la socialdemocracia de papel, de la izquierda divina, del progresismo nostálgico de lo que no ha vivido, de los creyentes en la superioridad moral de una presunta izquierda republicana, estoy por apostarme a que el editorial de El País de mañana dice que el gobierno ha hecho una cosa muy responsable y muy correcta. Le daré seguimiento para que me digan cómo funciono de adivino.