domingo, julio 30, 2006

Nigerianos, el cine (español) y la cultura



Resulta que Nollywood existe. Un vendedor de videocassetes pensó que vendería mejor su stock si en vez de tenerlas que vender vacías, les ponía algo dentro. Y se inventó una película. Barata. Para nuestros estándares, probablemente infumable. Pero vendió 750.000. Se lo pondré en letras, para que lo digieran: setecientas cincuenta mil copias de una película cuasicasera. Y el resultado es éste, tiempo después:
Nollywood, as Nigeria's film industry is known, now makes over 2,000 low-budget films a year, about two-thirds of them in English. That is more than either Hollywood or India's Bollywood.
AFP Who needs Hollywood?

Today, filmmaking employs about a million people in Nigeria, split equally between production and distribution, making it the country's biggest employer after agriculture
Supongo que ya se lo han imaginado: ni un duro de subvención de nadie, básicamene astutos empresarios han encontrado consumidores de sus productos. Partiendo de la base de que nadie contrató a Charles Chaplin para que hiciera cultura sino para que llenara los cines, en el cansino panorama que rodea al entramado ideológico-logístico del cine español (los cinco o seis productores que viven del sistema cojonudamente, el lobby periodístico-actoril y el cutrerio de pensamiento que rodea a toda la colección de intereses creados agrupados en FAPAE) parece que nunca se entretuvieron en investigar la diferencia entre entretenimiento y cultura. Esa que dicen que está amenazada por culpa de las multinacionales y las malditas televisiones, que no quieren programas cosas que la gente no ve.

Cositas:
  1. Los señores productores agrupados en ese monstruito llamado FAPAE, no entienden que su negocio es encontrar espectadores. Por el contrario, lloran mucho porque en Francia la gente va a ver sus películas y aquí no, y por lo tanto somos tontos si no vamos o unos indeseables. Los señores productores agrupados en FAPAE esperan más bien que haya dinero público para que se mantenga su medio de vida, algo que no le ocurre a los panaderos, como todos sabemos.

  2. Los señores productores agrupados en ese monstruito llamado FAPAE, no entienden que vivimos en una sociedad abierta en la que a) el cine compite como medio de entretenimiento - y de consumo cultural, también - con muchas otras alternativas y fenómenos sociales y b) que el cine no es la única representación de imagenes que genera cultura.

  3. Los señores productores agrupados en ese monstruito llamado FAPAE, como les sucede a los señores funcionarios anteriormente músicos de la SGAE, creen que la cultura son sus derechos y que, sin ellos, desaparecerá.

  4. Como demuestran unos pobres nigerianos sin cultura ninguna a los señores productores agrupados en ese monstruito llamado FAPAE, si con el dinero que se recauda de las películas no da para pagar tus presupuestos, será mejor que encuentres presupuestos que te den para pagar las películas. Seguro que a ustedes les jode que Aislados ha ido bien, con sus dos duros.

  5. Déjennos decidir lo que es cultura y lo que no a nosotros mismos. Decir que usted hace cultura no le concede un beneficio superiore de antemano. Porque subvencionar Torrente no es que ilumine mucho nuestras almas, aunque sí, como ese cine de Alfredo Landa y Ozores que tanto os encargais que vuestro lobby denoste, será objeto de antropólgos algún día. Torrente tiene espectadores, Gerardo Herrerro, no. Pero sus amigos le dan esa cosa llamada biznaga y se cree un intelectual, cuando lo que mejor hace es contar billetes producto del saqueo organizado al Estado. Qué cosas.

  6. Me atreveré a deciros, señores productores agrupados en ese monstruito llamado FAPAE, cutres, pedigüeños y mafiosos, que la gente normal con una idea que le guste se dedicará a hacer películas o como se den en llamar, con nuevos formatos, con nuevas historias con nuevas mezclas de medios y las subirán a You Tube y las verán los que quieran verlas. Y unos ganarán dinero, otros no, la mayoría inmensa no, pero las harán. Y todo eso terminará llamándose cultura y no lo que vosotros decís que es. Os recuerdo: nadie contrató a Chaplin para que hiciera cultura, sólo ahora decís que lo habéis visto para presumir de vuestra cultura (aunque sólo os interesa El Gran Dictador, porque todo siempre es una lucha, ¿verdad?)
Pero por supuesto, una vez que el mercado ha funcionado bien, ya viene el estado a opinar. También los nigerianos están tentados de ser como todos los comercientes y políticos del mundo: en cuanto pueden, regulan, en cuanto pueden, buscan la manera de protegerse del mercado:
So far, the industry has grown with little or no help from Nigeria's government. The films cost anywhere between $15,000 and $100,000 to make, and the money comes directly from the market. Producers, or “marketers”, as they are known, use some of the profits from one film to pay for the next. Banks do not lend to Nollywood, as there are no statistics from which they could estimate likely returns. But Nigeria's president, Olusegun Obasanjo, has now appointed a panel to devise ways to intervene in the industry to help it grow further.

Oddly enough, the government worries that Nigeria's film industry reflects badly on the country. “When I travel abroad, people complain to me about the voodoo themes and the poor technical quality compared to Western movies,” says Emeka Mba, director-general of the NFVCB. He wants to try to show filmmakers that the themes they choose can have a negative impact on Nigeria's image. Many Nigerian films involve witchcraft, or “juju”, because marketers have found that it sells especially well. Plots often use black magic as a way to explain why a man has gone from being poor to a millionaire overnight, says Onookome Okome, associate professor of African literature and cinema at the University of Alberta. Such a theme resonates in a society with great inequality of wealth. And although Nigerian films usually do have low production values, their popularity shows that they make up for it with story telling.

Nollywood is divided over whether it wants help from the government. Some filmmakers fear that the industry's growth could slow if the authorities discourage popular voodoo storylines. But many filmmakers would like the authorities to start a fund to offer cheap loans for films. It should provide access to credit, but go no further, says Mr Maduekwe. Teco Benson, a well-known Nollywood director whose recent work includes “Six Demons”, a horror film, also wants the government to organise a proper distribution system. The industry today sells its wares in three big cities—Lagos, Onitsha and Aba. Money from films sold in the rest of Nigeria mostly goes to pirates. About half of the industry's revenue is lost because of its poor distribution network, according to Emmanuel Ugo, a marketer in Onitsha.
Díganme que el libre comercio no es bonito.


P.D.: y esto se lo cuento a pesar de que este años he visto cinco o seis películas españolas que me han interesado, que se ven bien, que entretienen sin tonterías y ninguna era de Gerardo Herrero. Si pueden, véanse Azul Oscuro Casi Negro.