Un segundo de intimidad que me tomo, como quedarme a solas:
No me considero una persona política sino una persona con valores morales fuertes que se dedica a la literatura. Cuando la cuestión es quemar libros o no quemarlos, la cuestión no es política sino moral. Tuve una vocación política cuando era joven pero me desentendí pronto. No me gusta la gente que utiliza la política como una herramienta para entender la vida y para hacer juicios a partir de sus ideas preconcebidas. Es una manera de no pensar. Estuve en el Movimiento Tecnócrata pero, después de un año, me empecé a quedar dormido en las reuniones. Aún peor. Me di cuenta de que muchos chicos valiosos que entraban en movimientos de tipo social como el tecnócrata se convertían después en comunistas o fascistas, republicanos intolerantes o demócratas intolerantes. Soy un pensador libre, no pertenezco a nadie, digo lo que quiero y lo que veo.Vive, piensa, escribe, habla. Espera ver cómo nos sentamos en Marte.
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