Muchos son los comentarios que se han producido en pocas horas acerca del video promocional de Montilla. Insisto en mi posición: el vídeo es bueno y resulta excelente para crear un personaje que llega al corazón al votante indeciso. Considero que crea un perfil positivo del emigrante que el catalanista desea. Vean si no, dónde están los lastres de don jozé:
Al igual que cierta vez Ibarreche, aquí vemos a un candidato que tiene que pedir perdón por no ser puro y aceptar la idea de la tribu: es culpable de antemano por no hablar bien catalán. Tenemos ante nosotros el riesgo del converso que para ser aceptado por una concepción pura de lo catalán tiene que agachar la cabeza. El video sirve para contrarrestar mensajes como éste.
Una idea que se repite en los comentarios, es la ventaja con la que juegan las creencias convencionales de izquierdas en el público mayoritario. Precisamente por eso el esfuerzo de comunicación de ideas ha de ser mayor. Hay quien me dice que Aznar tuvo controladas las televisiones. Es que no se trata de control, se trata de convicción, de crear imágenes positivas - reales, por supuesto - alrededor de conceptos nuevos. Por ejemplo, ¿algún comunicador liberal le ha echado las cuentas al ciudadano de a pie para ver la diferencia de dinero que supone gestionar él su pensión o que el gobierno te dé lo que quiera en ese falso mecanismo solidario del reparto?
Ayudar a abrir los ojos, si el producto es bueno y se cuenta bien acaba teniendo consumidores convencidos. Lo demás es mera propaganda y desde el punto de vista de la "derecha" (qué palabra tan negativa, causa de otra cosa tan terrible como lo de maricomplejines) la propaganda es inútil porque el entorno ya está sembrado, hay que cambiar la cosecha.
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