domingo, julio 16, 2006

¿Confusión o realidad?


Una entrevista intrascendente. El caballero entrevistado es quien se ha casado con la nacida como Martínez-Bordiú, nieta del general que gobernó este país. El periodista es breve y dispara directo quizá con la intención de poner en evidencia a un hombre de formación escasa. Que admite. Lo interesante es la confusión de conceptos, que no sé si en opinión de ustedes refleja con propiedad la confusión de ideas de los estratos dominantes de la población en su sector conservador. Dicen amar la libertad, pero esperan mando. Dicen tener fe, pero no entienden, no siguen o no quieren seguir lo que se suele entender por doctrina católica, pues no cabe pensar que se trate de otra confesión. Puede decirse que es la misma contradicción interna de la gente que se proclama de izquierdas y muy socialista pero que vive muy bien enfrentada a la economía de mercado ofendiéndose mucho cuando alguien les toca el dinero. Así que esa confusión permanente debe ser la auténtica realidad:
P.-¿Qué piensa de la expresión compañero/ra sentimental?

R.- Se llame lo que se llame significa lo mismo.

P.- ¿Y de la expresión «mi marido» en las parejas homosexuales?

R.- Respeto todas las opciones sexuales al cien por cien.

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P.- ¿Identifica el nacionalismo con la derecha?

R.- De política no entiendo mucho, pero creo que algo sí.

P.- ¿Y con la lengua?

R.- También.

P.- ¿Y con el racismo?

R.- Con el racismo, no.

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P.- ¿Qué recuerdo guarda de Franco?

R.- Muy poco. Un día en el colegio me mandaron para casa porque se había muerto.

P.- ¿Y del franquismo?

R.- No me acuerdo pero la gente sí recuerda que entonces se vivía mucho mejor. Es lo que oigo al taxista, a la gente de la calle .

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P.- ¿La Monarquía le parece un sistema democrático y positivo?

R.- Sí. Me parece bien que tengamos reyes y príncipes.

P.- ¿Qué opina del Rey?

R.- Que es muy respetable.

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P.- ¿Es partidario de hablar con ETA?

R.- No. Con gente que mata no se puede hablar.

P.- ¿Prefiere el mando a la obediencia?

R.- Me gusta obedecer cuando me mandan bien.

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P.- ¿Ama la libertad?

R.- Por encima de todo.

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P.- ¿Es usted religioso?

R.- Sí, mucho.

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P.- Por último, ¿el matrimonio tiene para usted fecha de caducidad?

R.- Pondré de mi parte para que nuestro matrimonio sea para toda la vida.