jueves, junio 29, 2006

Parece que he visto un lindo gatito...


...y ya zemo uropeos. Frótome los ojos con el titular que me roba la atención en el diario independiente de la mañana: Bruselas da dos meses a España para liberalizar la apertura de farmacias. Uno de los tótems del antiliberalismo español, esa práctica caciquil, cerril, cutre, timadora, clientelar, estafadora en nombre del servicio público ¿derribada?. La rotundidad comunitaria, que veremos el poder que tiene, es clara como el agua de los ríos que fueron, eso, ríos:
las normas vigentes son restrictivas para la distribución de productos farmacéuticos, "discriminatorias" en la adjudicación de licencias en algunas comunidades y con condiciones "excesivas" para el acceso a la propiedad de esos establecimientos. La norma española fija criterios de población y de distancia mínima entre farmacias, además de conceder licencias sólo a farmacéuticos.

Si en dos meses España no corrige esta legislación, Bruselas enviará el expediente al Tribunal de Justicia Europeo, con sede en Luxemburgo. La Comisión Europea también decidió ayer apercibir por las restricciones en el sector de las farmacias a Austria y a Italia. El caso de este último país, cuyo expediente está más avanzado, fue enviado directamente al citado Tribunal "por incompatibilidad de las leyes italianas con la libertad de establecimiento que fija el Tratado comunitario"
.
Rayo de esperanza. Siempre me acuerdo, cuando pienso en caciques y bellotaris, del Sr. Amézaga, que me deja notas para seguir viviendo que yo guardo para cuando hacen falta. Como por ejemplo hoy, que desempolvo esta de hace no sé cuántos meses:
"Lo mejor de un país es no tener que ocuparse demasiado de su razón de ser ni de sus argumentos identitarios. Sólo veo personas y sólo quiero vivir y que se pueda ser ciudadano con libertad respecto al poder y el dogma administrativo. Es ahora que tenemos que salir de nuevo a defender esa estructura española como defensa ante los caciques regionales. Ya se sabe que cuanto más cerca está el poder, más asfixia. Y mi defensa de la unidad es para defenderme de los miopes y totalitarios de barrio que hoy y en el futuro puedan surgir. De la misma forma que me interesa Europa, para defenderme de un posible visionario que surgiera en España. El que haya una instancia general y más amplia en demografía y decisión, te da tranquilidad sobre lo que importa: Que nos dejen en paz, y que los tarados tengan menos margen para surgir."
Parece que he visto un lindo gatito.