martes, junio 13, 2006

"El último en salir de ETA será el más imbécil"


Es como lo decía el ex-etarra, colaborador de la justicia y camuflado, puede que para el eterno, José Manuel Soares Gamboa. Como saben, llevo unos días recordando las cosas que han pasado hasta que hemos llegado hasta aquí. Anoche tropecé con una serie documental que Telemadrid y El Mundo están emitiendo en esta nuestra Comunidad.

Pese a las reticencias que el pedigree de productores puedan surgirles a algunos, mi impresión es que es un buen trabajo (en lo que vi ayer, se echarían en falta opiniones del mundo nacionalista) y que lo que aquí refiero es indiferente al sesgo que se le haya querido dar: la cita es de un fragmento de una rueda de prensa concedida en su día por el disidente.

Disidentes, efectivamente. Porque uno de los aspectos más tristes de lo que puede llegar a ser una falsa paz es que no son solamente las víctimas, los amenazados y en general todos los demócratas que han resistido una presión que ya se empieza a olvidar (ese sudor frío de saber que te pueden matar, la convicción de que hablar y decir lo que se piensa puede arruinar tu vida en cualquier bar de Andoain): también pierden los que tuvieron el valor de disentir, salir de ETA, no pedir nada y decir en público enfrentándose a la misma persecución que cualquier concejal del PP o el PSOE que todo era un delirio.

Tachados de chivatos y traidores, entre ellos los mismos condenados en el proceso de Burgos, creo que ninguno olvidamos el rastro de sangre de Dolores González Catarain. En el mismo documental de ayer, la voz y las declaraciones en el juicio del encargado de la labor. Basta con escuchar eso para saber a qué atenerse.