martes, junio 13, 2006

A ver la cintura de Rajoy...


Ya saben que Zapatero da lecciones sobre el tema. Mariano tiene hoy una oportunidad para la astucia.

En plena campaña del estatuto de la discordia y en plena resaca de manifestación anti, aparece, no se sabe si por el azar del destino o con premeditación y alevosía, un nuevo espantapájaros propio de este Gobierno: "Alonso anuncia que retirará la estatua de Franco de la Academia de Zaragoza por «inconstitucional»".

Hombre, no es que aquí, saben que no, se honre la memoria del extinto general gallego tan amigo del fusilamiento como forma de hacer política, pero algunas cosillas tienen tufo a provocación, veamos si Marianico va de largo:
  • Lo de que sea inconstitucional la estatua del africanista, me lo tiene que explicar un jurista.

  • Lleva allí muchos años: ni Suárez, ni Calvo Sotelo, ni Felipe, ni Aznar repararon en el detalle de la inconstitucionalidad. A lo mejor pensaron que ofenderían al estamento militar, que diría que el del Ferrol fue director de esa magna institución.

  • El Gobierno no ha tenido el detalle de consensuar la cuestión con la oposición en aras a una política verdaderamente de estado y no destinada a crujir las costuras.

  • Como ya se ha dicho, no ha esperado a tiempos más oportunos.
Vaya por delante que este escribidor considera inadecuado que la formación de los militares profesionales españoles esté presidida en forma de vista por un símbolo tan trascendente: no es profesional y tiene connotaciones peores, la de que el ejército español es cosa de los vencedores y no de todos. Como esto es bien cierto y el Partido Popular debería estar de acuerdo, no tendría que ser Mariano tan corto de entrar al trapo y debiera más bien hacer una declaración inteligente, apoyándose en su buena ironía y cautela, haciendo ver que su derecha no es la de toda la vida y no ve bien la asociación ejército español-general victorioso contra la horda roja. Y con esa misma socarronería dejar en evidencia el intento de pillarle fuera de juego.

De verdad que una mirada inteligente a esta provocación le daría oxígeno ideológico y puede que empezara a desactivar la espiral de comunicación derecha-España-fascismo. No sé ustedes, pero a mí es el pequeño detalle que me falta. Es que la estética es mucho en política.