¿Se acuerdan ustedes cuando se sacaban los bates de béisbol en plena zona nacional? ¿En Madrid, en el barrio de Salamanca?
Las noches de cristales rotos sólo parecen producirse en las calles de las tres provincias y el viejo Reino de Navarra, y ahora, cada vez más virulentamente, en las calles catalanas.
Muchachos que no habían nacido en el momento del óbito del conocido general gallego dicen que el castellano se impone por una guerra. Ah. Y como resulta que lo habla todo el mundo y por lo menos la mitad lo tienen de lengua materna, nos reinventamos el mundo y borramos los cerebros de todos.
Es la cosa de decir que los territorios, es decir, el sílice y la arcilla que lo componen, tienen lenguas producto de la naturaleza.
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