martes, mayo 01, 2007

Y en abril llovió...



Aguas mil, dice el refrán. El uno de mayo, nos pilla con el sayo puesto. Ruego la creación de un comité de sabios para examinar las previsiones del Calendario Zaragozano, otrora Delfos. Asombrosamente, la cotidianeidad, qué le vamos a hacer, no es noticia. Sí lo es, faltaría, la alternativa: en la Vieja Europa no saben qué hacer de tanta sequía y tanta anormalidad que se les cae encima. Nuestro corresponsal internacional en Alemania y aledaños, Sr. Gómez, queda emplazado a dar su versión del apocalipsis. Lean:

Y así ha sido en el último mes la inusual ola de calor en el Norte y Centro de Europa, que conciencia sobre el calentamiento global y preocupa a países poco preparados para la sequía.

Este abril ha sido el más caluroso en la zona desde que existen los registros térmicos. El Reino Unido tiene datos desde hace 350 años y nunca había anotado una media superior a 11 grados, cerca de 3,5 grados por encima de lo habitual. En los bosques en Alemania, Holanda y Bélgica, el riesgo de incendios se dispara mientras el calor aumenta en una región acostumbrada a que la primavera llegue en junio.

Bélgica, que acumula temperaturas desde 1832, se ha encontrado con el abril más caluroso, más de tres grados por encima de la norma, más despejado -con 11 horas de sol al día- y más seco de toda su Historia. El Estado célebre por sus nubes (según un mapa lumínico de la Comisión Europea, Bélgica suele ser una isla de oscuridad, con menos luz que Dinamarca o que el Sur de Finlandia) apenas ha visto cúmulos desde marzo. Lleva un mes sin llover, lo que preocupa a meteorólogos y agricultores de un país sin pantanos, no preparado para la escasez de agua. En Holanda, donde no llueve desde el 22 de marzo y se han secado lagos enteros, los agricultores han empezado a desviar la poca agua que queda en ríos y canales para sus cosechas.

El Instituto Meteorológico de Reino Unido prevé un verano tórrido, con olas de calor similares a las que en 2003 causaron la muerte a cerca de 35.000 personas en Europa. Además, los índices de polución baten récords, con las alertas más tempranas registradas por el alto nivel de ozono en París o Bruselas.

Marc Vandiepenbeeck, meteorólogo belga, insiste en que no se puede atribuir una subida coyuntural de la temperatura al cambio climático, pero subraya que el incremento por décadas es «una señal»
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(En el diario de Pedro José)