El candidato a ser saeteado, Sebastián (que no digan que el nombre no marca el destino de las personas), debe estar verdaderamente impresionado por el defectuoso compartamiento de sus encuestas (quedan cinco días) pues insiste e insiste en los peligros de la Dama de Roca. Peligros que nos cuenta que no son estrictamente los provinientes de la tentación de la carne ni del atolondramiento del amor. Es interesante que no explique qué opina de los conductores que no pagan las multas y si va a tomar alguna medida espcífica contra los morosos del ayuntamiento: está claro que el tema de la deuda no ha calado.
Deberían producir curiosidad intelectual sus afirmaciones: "hemos demostrado que hubo trato de favor", a pesar de que el diario amigo del Partido y ¿amigo de Gallardón? ha escrito en su santísimo editorial "El alcalde, a través de su vicealcalde, Manuel Cobo, aportó documentos que desarmaron la denuncia". Lo goebbelsiano no es tanto la reiteración, que sí, ni la mentira (dice que demuestra, pero no dice cómo), es el recurso a la intoxicación como medio de alcanzar el poder: habla de trato de favor, pero no osa decir que hay delito o corrupción sin que ya interesen los temas municipales: es un truco electoral frecuente en esos campeones de la moral que son los políticos. No les cuento si se proclaman de izquierdas (porque serlo, serlo...)
El corolario auténtico es el siguiente: ¿se dan cuenta de que este señor puede terminar de Ministro de Economía y Hacienda de la octava economía del mundo? Alguien me recodará que esta legislatura pasará a la historia en los cenáculos opositores como la del "como sea" y el "vale ya".
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