miércoles, mayo 16, 2007

Y, ahora, Blair visto por el antiamericanismo


Miguel Ángel Bastenier suele analizar la realidad internacional de forma que cuadre con sus deseos de lo que la realidad fuera. En cierta forma, ve el mundo en francés o, para ser más exactos, con el francés de Ignacio Ramonet: es una lástima que tipos tan inteligentes sigan en las redes de la parida conceptual, pero ellos dirán - si llegaran a pensar en mi - lo mismo de un servidor de ustedes, un anónimo blogger del que no puede esperarse rigor de ninguna clase (véase postdata).

En otra de las síntesis post-mortem del decenio Blair, esta vez lo original es la lupa antiamericana. El resto es una mirada amarga a lo que ya dice todo el mundo no falto de un perfume de diagnóstico erróneo, un juego que pueden descubrir por sí mismos leyéndolo con sus propios ojos. Pero si no tienen ganas - les confirmo que no se pierden demasiado - quédense con lo que Berlin Smith les pone, que es relevante, y sigan su mañana:
Y todo ¿para qué? Para tratar de reeditar una jugada que con la mayor destreza había practicado en los años sesenta el premier tory, Harold MacMillan, el que sostenía que Reino Unido debía ser el griego, el asesor, del nuevo imperio romano, que eran los Estados Unidos. Y, así, Blair pudo acostarse creyendo que como griego de Bush tendría mucho que decir en Washington, para levantarse al día siguiente como el criado que le pasea el poodle al señor de la Casa Blanca. De Gaulle solía decir les anglosaxons...




La postdata: Debiera llamarlo post-scriptum, que me quedaría más austeriano en el momento actual y correcto en aras de la precisión conceptual. Y es que, efectivamente, nadie espera rigor de los bloggers anónimos y no anónimos, pero de vez en cuando Noches Confusas pone su granito de arena. Díganme que sí, por el amor que me profesan. Ya hace mucho que un lector se me enfadó por meterme con Bastenier. No sé dónde lo tengo y no lo voy a buscar. Pero creo que Bastenier es un tipo maravillosamente inteligente que ve el mundo con la típica película de buenos y malos del izquierdismo demodé. Curiosamente, es de los que defendía que no había que publicar las caricaturas danesas. Ya me acordé: fué ahí dónde me castigaron por enfadarme con él...