Deténganse un momento y lean este párrafo:
Uno de los fundamentos básicos de la actual contrarrevolución neo-conservadora, que, auspiciada por Bush y sus epígonos ideológicos y políticos, se está imponiendo en todas partes es la primacía de lo individual y privado frente a lo público y a lo colectivo. A su elenco de prioridades pertenece la ofensiva, cada vez más general e irresistible, para la descalificación y desmontaje de lo que los seres humanos tenemos en común, cuya representación y defensa se atribuye habitualmente a los Estados y a los grandes actores de la sociedad civil en su conjunto. Esa operación culmina con la sustitución en todos los campos de los valores, pautas y dispositivos de condición particular y privada, que tienen como principales expresiones el protagonismo de los sujetos y la patrimonialización de los objetos. Proceso que desde la opción de la resistencia crítica está comenzando a llamarse patrimonialización de la realidad: sólo existen los individuos y todo lo real está exclusivamente destinado a su uso y disfrute.Elementos oníricos y nebulosos al margen, ¿puede decirnos qué tiene de malo, en dónde reside lo trágico? Díganmelo, que son más listos que servidor. Siempre interesante en sus descripciones pero, a mi juicio, perdido en el hiperespacio de la filosofía política, es como leer un fósil viviente de las ideas del siglo XX. Pueden leerlo en su correspondiente periódico, que les enlazo.
Podemos hacer un concurso a ver quién encuentra la contradicción más gruesa: si me comentan lo suficiente les hablaré de una interesante.
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