domingo, mayo 20, 2007

"El arte es lo único que justifica la existencia humana"


En algún tiempo pretérito creí leer que Keynes pensaba que el egoísmo propio del capitalismo y el comercio era un estado de alguna forma transitorio, un incordio con el que convivir hasta que el propio progreso técnico nos permitiera a los humanos abandonar la lucha por la vida y dedicarnos a lo que era importante de verdad: las artes. La memoria, la señora más mentirosa con la que te casas, bien puede estar confundiéndome y John Maynard no llegó a sospechar tal cosa.

El arte como sentido de la vida no contará entre sus fieles a los creyentes de las diversas religiones: la existencia tiene trascendencia y es sólo un estado de la vida de las almas, una forma de ser de lo eterno. Desconozco si Peter Stein, que es quien así se confiesa, es ateo o no creyente, pero parece difícil que un creyente escoja el arte frente a la inmortalidad del alma.

El teatro, la literatura, han hecho mucho más por mi comprensión de la naturaleza humana - si es que comprendo algo - que los tratados científicos y los libros de historia. Excluyo de antemano los libros de autoyuda. Puede que a Berlin Smith que no elige ser, pero que es (no lo elige, le ocurre) un ateo que sólo se considera agnóstico en la medida que no encuentra prueba de que dios no exista ni de que exista, sólo encuentre esa razón para llevar la vida cotidiana. Ésa y las paellas, por supuesto, pero esa sólo es otra forma de las bellas artes.


(Sartine dice que Berlin Smith lo que realmente es o debiera ser es periodista cultural: no sé si es como ser maestro y pasar hambre, una categoría superior aunque malpagda del periodismo, o un presagio de un futuro formidable. Se aceptan apuestas)