El de Mario Soares. No duda por supuesto en repetir las falsedades que han convertido en verdad que no hace falta demostrar:
En el plano económico, el desastre no es menor, desde el punto de vista de los pobres, tanto en lo que se refiere a países como a individuos. La globalización económica neoliberal sólo ha resultado útil para los ricos. Las desigualdades han aumentado y, con ellas, las tensiones sociales y los conflictos, abiertos o potenciales. La corrupción y la irresponsabilidad de los dirigentes políticos y económicos han crecido como la espuma. El capitalismo, en su fase especulativo-financiera, ha perdido su contenido ético, corrompiendo la autoridad de los Estados nacionales, estimulando la criminalidad internacional organizada, principalmente la llamada de cuello blancoEs cansino repetir lo que ya sabe: que no es verdad que hayan aumentado las desigualdades y que el mundo es más rico que nunca y los pobres son menos pobres que nunca gracias a timidísimas liberalizaciones. Decir que la corrupción es mayor sin tener en cuenta que las mayores de las corrupciones se dan donde no existe democracia ni opinión pública libre, decir que la corrupción en todas sus formas es la característica de los regímenes socialistas y que han sido los partidos socialistas occidentales todo un ejemplo de cómo se emplean los medios públicos para favorecer a los partidos es continuar con la ceremonia de la confusión. No es la cuestión si hay corruptos o no, eso tiene que ver con la naturaleza humana, la cuestión es quien la promueve, qué controles tiene y qué pasa si te pillan: Felipe González organizó una procesión en la puerta de la cárcel en descargo de Rafael Vera.
Todo el artículo son perlas de consumo para las creencias populares, como las soluciones mágicas que no son precisamente modernas, sino especialmente antiguas:
"Todo ello, en los Estados desarrollados, pasa por amplias reformas progresistas que nada tienen que ver con las contrarreformas pregonadas por el neoliberalismo, como menos Estado, menos impuestos, para regresar al Estado inoperante, más privatizaciones y más concentración de capital en las multinacionales. Las reformas que hacen falta en el mundo no son ésas, como se ha visto claramente. Tienen que ver con el bienestar de las personas, han de ser sociales y ambientales, tienen que ver con la reducción drástica de las desigualdades y con la inclusión social, la cohesión nacional y con la solidaridad. Sólo reformas así harán que disminuyan los conflictos y las revueltas, tanto en los Estados desarrollados como en los Estados pobres del sur. Sólo reformas así podrán crear climas propicios para el diálogo, para la concertación, y lograrán reducir los conflictos políticos, religiosos, económicos y sociales y, sobre todo, las causas de queja y de humillación de los pueblos e, indirectamente, socavarán el terrorismo y sus bases de reclutamiento."Es interesante el matiz de que estas reformas son para estados desarrollados (¿y en los no desarrollados?). Son apasionantes las amenazas, el doomsday de confundir estado inoperante con estado que no se entromete en tu vida y se incauta de tus bienes. Es preciosa la "inclusión social", pero ¿será gracias a Praveen y el fascinante descubrimiento de emplear el capitalismo como es y que en su caso no es otra cosa que la concesión de créditos a quien se espera que puede devolverlos? Es interesante como el progreso de salón descubre cosas y las pinta de barniz mágico para decirnos que son nuevas y convertirlas en una causa Los no incluídos ya se incluyen ellos solos cuando se les deja trabajar y comerciar tranquilamente.
Soares representa eso de la socialdemocracia y el socialismo democrático y esas cositas agotadas del siglo XX. Pero dice que es moderno. Chavez representa el socialismo del siglo XXI rememorando a Fidel Castro. Qué pánico que da esta supuesta modernidad.
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