sábado, marzo 04, 2006

Homenaje a una rueda de prensa



Soledad Gallego Díaz, ilustre e imprescindible histórica de El País, publicó una columna ayer titulada como esta entrada y que, merecidamente, recibió un sentido reconocimiento de José Antonio Martínez Soler (el elogio perfecto: una gran mujer que, con toda seguridad, merece ganar más de lo que gana) en su incisivo análisis diario de las portadas de El Mundo y El País.

El artículo es, en verdad, magnífico. La más veterana corresponsal de la Casa Blanca, Helen Thomas, se sienta frente al portavoz del señor presidente de la República más poderosa del mundo, Scott McClellan, y sostiene este diálogo:
Helen Thomas: ¿Vamos a mantener una cárcel en Guantánamo para detenidos permanentes sobre los que no existe evidencia alguna que permita encausarles o juzgarles?

McClellan: Antes que nada, permíteme recordar la situación en la que estamos y de la que ya, sin duda, has oído hablar. Estamos librando una clase de guerra diferente. El enemigo es distinto a todo lo que hemos visto hasta ahora. No le importa la ley ni la vida de los civiles inocentes. (...) La gente de la que hablas son enemigos combatientes ilegales que son detenidos en el campo de batalla y nosotros tenemos la responsabilidad de...

Helen Thomas: ¿Pero, por qué son combatientes ilegales si están defendiendo su propio país?

McClellan: ...déjame terminar. Tenemos la responsabilidad de proteger al pueblo americano, y eso incluye prevenir que los combatientes enemigos vuelvan al campo de batalla o retornen a la lucha. Queremos que esos detenidos sean tratados humanamente y de acuerdo con nuestras leyes. Ésa es la nueva situación que estamos organizando. Mantener la seguridad y estar seguros de que los detenidos siguen siendo tratados con humanidad. Eso son las prioridades del Pentágono. (...) Conseguir que las instalaciones de Guantánamo sean más adecuadas para detenciones largas...

Helen Thomas: Lo que pregunté es si les vamos a mantener detenidos sin ningún cargo, sin juicio. Y además, insisto, ¿si fueron capturados en el campo de batalla, por qué no son prisioneros de guerra?

McClellan: Por las razones que te acabo de decir nos referimos a ellos como enemigos combatientes ilegales. Ya hemos hablado de...

Helen Thomas: ¿Pero, por qué son ilegales?

McClellan: ...eso muchas veces, Helen Y si tienes más preguntas puedes dirigirlas al Departamento de Defensa...

Helen Thomas: Bueno, en todo caso sería al Departamento de Justicia, ¿no crees? Se trata de mantener a la gente detenida permanentemente sin juicios ni cargos...

McClellan : Otra pregunta...


La moraleja de Sol Gallego Díaz se resume en esta frase:
En homenaje a esos personajes que no se vuelven locos, incluidos los periodistas que no atacan pero que sí defienden, a veces como simples asistentes a una rueda de prensa.

Uno de los visitantes de la página de Martínez Soler saludaba esta buena pieza con el siguiente comentario:
Lo de Sol Gallego Díaz es impresionante, qué capacidad de reflexión

En esta época de buenas noches y buenas suertes, ahora que estos dos veteranos de una determinada prensa española (déjenme calificarla de épica, por aquello de proceder de aquéllos años fascinantes en que todo cambió y se crearon para bien y para mal tantas cosas que en la prensa y en la vida política española de hoy son la norma) encuentran motivo para elevar la categoría del denostado reportero, del odiado contador de mentiras que es el periodista, no viene mal efectuar unas cuantas preguntas para los que homenajean las dignas ruedas de prensa que son incapaces de hacer en España. Por su diario y por los otros diarios.

Estas son preguntas que nunca he escuchado en una rueda de prensa española, ni siquiera sueño con la posibilidad de que se pueda hacer una réplica y una contrarréplica al portavoz del Gobierno de turno. Por ejemplo, nunca vi que se le preguntara a Felipe González, y desde luego no lo vi por ningún émulo de Helen Thomas del diario El País, preguntas como las siguientes, que me parecieron obvias:
  • ¿Cómo es posible que se enterase del Gal por los periódicos? ¿No le envía el servicio secreto un informe de modo recurrente? Al ver lo que decían los periódicos ¿no le preguntó al ministro Barrionuevo qué sabía la policía al respecto? ¿Qué le dijo? o ¿y cómo es posible que no se lo preguntara?
  • ¿Cómo es posible que usted no conozca el origen de los fondos del partido? ¿Usted, como primer cargo y, por tanto, representante legal del partido ha firmado las cuentas de su partido? ¿No revisa los informes de los responsables financieros del partido? ¿Ha pedido usted en alguna ocasión a una empresa privada que contribuyera, incluso legalmente, a la financiación de su partido?
  • ¿Ha recibido al Sr. Polanco en su despacho? ¿Cuántas veces?

O estas otras a José María Aznar:
  • ¿Por qué su gobierno no ha hecho cumplir la sentencia que obliga al señor Polanco a deshacer la concentración de emisoras de Unión Radio? ¿Por qué el gobierno no actúa para hacer cumplir la ley?
  • ¿Cuánto dinero público se ha empleado en la boda de su hija en El Escorial?

Las preguntas sobre el 11-M, en cambio, se hicieron. Lo que no sé es si se hicieron a gritos desde las páginas de opinión del diario y los altavoces de la SER o si se hicieron, valientemente, en la sala de prensa de Moncloa.

Para Zapatero, que tenemos la memoria fresca, tenemos unas cuantas, jugosas:

  • ¿Es cierto que el Consejero Delegado de Sogecable fue recibido en Moncloa a los pocos días de tomar posesión? ¿De qué se habló?
  • ¿Por qué el Gobierno no hizo cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a separar las emisoras de Unión Radio? ¿Le parece que es habitual que se cambie la ley para hacer posible no cumplir con una sentencia de un Tribunal después de que hace años que el Ejecutivo no la hace cumplir? ¿Cree el presidente del Gobierno correcto que no se cumplan las sentencias?
  • ¿Es cierto lo que se comenta en algunos medios al respecto de las afirmaciones de uno de los directivos de Globomedia, el Sr. Contreras, quien se supone que ha dicho que la nueva televisión se la dan a él y exclusivamentre a él?
  • ¿Es cierto lo que se publica en algunos medios al respecto de las intervenciones del Jefe del Estado para evitar que los señores conocidos como los Albertos ingresen en la cárcel? ¿Qué opina el presidente del Gobierno sobre el hecho de que estos conocidos financieros se encuentren condenados y penados con cárcel y hasta el momento no hayan ingresado? ¿No es una contradicción con la aspiración del estado de que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley? ¿Es frecuente que el Rey emplee su influencia personal en favor de sus amistades personales frente a las instituciones del Estado?
  • ¿Por qué el presidente del gobierno se reúne a comer en privado con los directivos de una empresa sobre la que le gobierno tiene pendiente de tomar decisiones trascendentes, como es la autorización de una OPA? ¿No puede ser considerado como una falta de independencia?
  • ¿Por qué La Caixa ha condonado semejante cantidad de dinero al PSC, partido federado con ustedes? ¿No cree que el ministro José Montilla es juez y parte en las decisiones que puedan afectar en su ministerio a los intereses de esa caja? ¿Cómo cree usted que puede garantizarse la independencia de las instituciones si el señor ministro ha formado part de los órganos directivos de esa caja o si ha visto como sus deudas se condonaban?
Todos los periodistas españoles alaban ahora eso de las buenas noches y la buena suerte. Pero ninguno tiene la misma valentía de poner la dignidad de un político del color que sea frente a las cuerdas de sus propias mentiras. Todos encuentran un momento para criticar a los Estados Unidos por ser los Estados Unidos. Pero en Estados Unidos un periodista no se calla: jamás renunciará, con buena o mala fe, eso es igual para nosotros con tal de que salga la verdad, a obligar a un político a contestar sobre sus actos.


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