lunes, diciembre 31, 2007

Calibres (del 9 parabellum)


«No digo que con Franco vaya a ocurrir lo mismo, sino que las figuras de ese calibre no se pueden juzgar hasta pasado un cierto tiempo»

Franco y Napoleón. Por supuesto, el tiempo lo pondrá en su sitio. Napoleón también se coronó emperador.

(Ya lo saben, Don Manuel. Al menos, no engaña a nadie)


(De un tiempo a esta parte, parece que algunos entienden que la demolición de los mitos izquierdistas lleva aparejada la salvación de los sinsentidos de derechas)

domingo, diciembre 30, 2007

Temor en familia



Yo soy de los que no lo entienden. Veo en la lejanía a los marchantes tan satisfechos por la necesidad de defender la familia cristiana. Digo que no lo entiendo porque no veo que nadie les prohíba ser una familia cristiana.

Interesante hipocresía la del divorcio express: considerando lo que ha sido, La Rota Express es todo un avance que seguramente no destruye la familia cristiana. Nadie en la masa se lo ha preguntado al cura, supongo.

Terror y pánico: alguien se quiere arrogar el derecho a decidir cómo conducir su familia y sus hijos a los demás. No veo que se obligue a nadie a ser marica, a casarse con quien no quiere, a nadie se le obliga a divorciarse ni a tener niños. Pero no se sabe por qué, la posibilidad de que otros se hagan maricas y decidan vivir juntos y educar a sus hijos como quieran (ahora que tanto se habla de libertad de enseñanza), por ejemplo, diciéndoles que su papá no se acuesta con señoras es muy peligrosa. Sobre todo, peligrosa para el que no lo hace: misterio, como la voluntad divina.

Yo les oigo y me da por pensar que son gente muy insegura. Porque si tan seguros están de sus convicciones y su fe ¿por qué iban a divorciarse expresamente? ¿por qué temen que sus hijos puedan convertirse en homosexuales? Ah, las malas influencias y los malos ejemplos de gente desviada y pervertida de la que luego te aclaran que no tienen nada en contra, siempre que no quieran llamar a sus parejas marido o mujer y no sean demasiado exhibicionistas.

(duda 1: en los miles de millones que marchaban, ¿no había divorciados? Se me antoja que es estadísticamente poco probable)

(duda 2: en los miles de millones que marchaban ¿ni un homosexual casado con un homosexual? Segunda duda estadística. Es mayor si pensamos que tenía que haber homosexuales a secas)

(duda 3: los defensores de la familia descompuesta y atacada, ¿son los mismos de la nación española por siempre jamás? ¿tiene eso vasos comunicantes? ¿es la familia normal, o natural, lo mismo que la nación normal o natural?)

(duda 4: ¿me llamarán anticlerical por dudar tanto? Tendré que decir expresamente - todo es expreso hoy aquí - que puede hacer manifestaciones el que le dé la gana, por supuesto. Duda 4bis: lo que tenga que ver de todo esto, si lo tiene, con las estrategias del partido popular, me parece poco astuto: Madrid, curas, familia... dudo de si con ello se gana lo que se aspira a ganar o a convencer a los que hay que convencer. Porque se trata de convencer, ¿no? Aquí nadie impone nada, ¿verdad? Claro, que por eso se quiere cambiar la ley electoral: que es mala, pero no esa la razón para cambiarla)

(duda 5: chungo decirle a una madre soltera o divorciada que su familia está en peligro. O a la hija de una madre lesbiana que no es capaz de darle una familia. No sé cuánto van a sentir el amor por la cruz y sus propagandistas. Pero entre católicos está chupado: nadie te obliga a ser consecuente, uno se confiesa y vuelve a la vida. Ser protestante, es mucho más complicado. Seguro.)

jueves, diciembre 27, 2007

Trenes constipados a toda velocidad



Piensen que en lengua de su majestad británica, "constipated" significa estreñido. Resulta que el juego de palabras es del todo descriptivo: enfermo y cojo, el AVE no llega nunca a tiempo ni, por supuesto, a la hora.

¿Qué pasó? El primer AVE, el de Felipe González, fue puntualísimo y el éxito impresionante de la nueva España, que no era un diario de Oviedo, sino un estado de ánimo. En el mismo año, en casa de unos conocidos ingleses, los nativos decían ante el orden, buen gusto y eficiencia de la inauguración de los Juegos "lo han hecho bien". Hago notar que lo decían entre exclamaciones de asombro. Esos ingleses no sabían que se trataba de catalanes, a pesar de Los Manolos de la clausura, una cosa que hoy se me antoja poco probable. Amics per sempre, eso sí.

Aznar hizo el AVE absurdo a Toledo (ni idea: ¿pero intentaba quitarle votos a Bono? ¿No había forma de acabar con los fondos estructurales para no dejar ni una pela?) y arrancó todos los demás que ahora se inauguran: uno se pregunta por qué se metían con Franco y los pantanos, ahora es José Luis con sombrero de jefe de estación. Pero, y partiendo de la base de que un político en activo no hace nada, sino que pone eso de la prioridad presupuestaria, todo ha ido jodido desde entonces. Nadie da una: los numeritos de Cascos están enterrados en la memoria, y las pegas pueblerinas de media Cataluña en algún lugar más hondo. Entretanto, se cayó el Carmelo.

Funciona tan bien eso de la alta velocidad española que todo el mundo quiere uno a su pueblo. Felipe, en una reedición del absurdo ibérico constante al menos desde el general gallego que estaba al mando, dijo que el primer tren tenía que ser a Sevilla porque si no, nunca hubiera llegado. Eran tiempos en los que se acaba de unir Madrid con Barcelona por autovía: la autopista sólo iba de Zaragoza a Francia pasando por Euskal Herria, que no se sabía lo que era, y por Barcelona hasta La Junquera. Hay que concederle el beneficio de la duda. Por cierto, sigue sin haber autopista a Barcelona, en un síntoma de país que ralla en lo grotesco.

Queda bien el cuento si presuponemos que todos corren tanto para cortar la cinta antes de que les voten y vean lo mucho que han hecho por sus convecinos. Por el camino, se estropeó la reputación de la ingeniería española. En el 92, nadie protestó por el detalle de que se llamara alta velocidad española. Hoy te recuerdan que es el único país del mundo en que se llama así y se presupone una conspiración malvada que sólo pretende imponer una nación. Sobre todo porque te dicen que ni los trenes ni las patentes son de Carpetovetonia: habrá que ver qué opina Talgo. Ya saben, el invento de un tal Goicoechea-Oriol. Otra parida más: si el país se llama España y recorre sus múltiples naciones soberanas ¿por qué no llamar así el servicio? El Euskotren se llama Euskotren, a pesar de que la SNCF francesa sólo habla de caminos de hierro. Están los Ferrocarrils de la Generalitat. Los británicos lo llaman British Rail. Los alemanes Deustche Bahn. Y llegamos a la RENFE: la red nacional de ferrocarriles españoles. Hubo en tiempo en que Telefónica era CTNE: ya adivinan de qué iba la ene que quitó Luis Solana. A lo mejor por eso ahora existe Adif.

En fin, que no es una novedad, pensando que en su origen era la alternativa precisamente a ese fósil incómodo que era (era) la Renfe. Me parece que la historieta, su evolución, el desparrame, la pelea irracional forman un cóctel perfecto para definirla como española: cuesta pensar que este cachondeo pueda ocurrir en cualquier otro sitio. Cito a Antonio Fraguas Forges: país.

miércoles, diciembre 26, 2007

Ciudadana en ciernes



El tema de conversación en mi mesa de nochebuena fueron los dos suspensos de mi sobrina. Era una buena nueva, se decía, pues esperaba mi prepúber favorita que fueran cinco. A los ojos de sus tíos, yo entre ellos, y de su querida madre, la cosa constituía un escándalo morrocotudo: nunca sus mayores por parte materna suspendieron nada y brillaron con el nombre de empollones. El padre, más laxo, quizá por su reconocida falta de dedicación a lo académico y prueba viviente de que se puede vivir y ganar dinero sin estudiar, miraba con más ternura las orejas de burra que poníamos a la sobrina poco dedicada.

La crisis era severa, pues aún y cuando ha sacado un notable en francés (milagro del que no conozco la causa y esperanza por el supuesto de que capaz la niña es), ha visto el cate en inglés y lengua. Lengua se supone que es el castellano visto como ejercicio filológico, aquél petardo del análisis morfológico y sintáctico al que tantas horas dediqué en mi correspondiente infancia y pubertad sin saber, a día de hoy, cuánto bien me ha hecho. Claro, esto no es suspender en una maría (ya saben, religión, gimnasia y dibujo en mis tiempos), es hacerlo en cosas que importan. Las matemáticas, justitas.

Curiosamente, nadie se acordó de esto de la educación para la ciudadanía. Finalmente lo trascendente - por cierto, Esperanza pone notas como las de antes, suficiente, bien y todo eso, no sé si el resto de taifas hacen lo mismo - adquiere por lo menos su visión convencional. Uno cree que como todo intento de arreglar el mundo con buenas intenciones terminará en el basurero de la atención ante lo irrelevante.



P.S.: Pero andémonos con ojo. Uno de mis sobrinos se mostró escandalizado al considerar a mi misma hermana una delincuente por bajarse películas de internet sin el que se dice preceptivo pago por el trozo de plástico que la contiene en origen. Parece ser que el enemigo no descansa y envían comandos a las escuelas a lavarles el cerebro a los peques. Fíjense que me deja asombrado con su ética: su tía no puede delinquir. Hábilmente mi otro sobrino, beneficiario de las películas que descarga su madre, solucionó la situación aclarando que si no se cobra no es delito. Se hizo la paz. Me hace pensar: tienen nueve y diez años, pero como se puede comprobar la gente se forma sus propias opiniones y criterios desde pequeñita y toma nota de lo relevante. Doce años de religión por narices en el cole no me hicieron católico de obra y pensamiento. La ciudadanía en forma de manual escolar tiene un futuro verdaderamente poco halagüeño.

Festines


Paella, gambas con gabardina, jamón y lomo de los buenos, canapés puro delicatessen, calamares y croquetas, vino y bebidas a discreción... todo eso daban en la copa navideña de un ministerio con ministro conocido por su desconocimiento de los temas de los que tiene responsabilidad política, aunque sea buena persona: Berlin Smith comió y merendó de gratis colándose gracias a un probo funcionario que afirmaba que esta copa era mucho mejor que la del secretario de estado.

Es la prensa la que cuenta que en la Puerta del Sol Esperanza dio de comer, beber y bailar a políticos, periodistas y los que pasaran por allí. Parece ser que incluso las conservadoras damas del espectro conservador resultan ser tan cotidianas como el resto de las mujeres y gustan del baile, esa asignatura esencial para conquistar sus favores que el hombre blanco no domina. O lo hace demasiado tarde, cuando ya ha perdido el juvenil porte y marcha a la caza de divorciadas. Dice la crónica que aquello terminó con los tribuletes abriendo bares en busca de churros. ¿Se paga horas extras a los funcionarios de la Puerta del Sol en cada ágape presidencial? Yo he ido a unos cuantos repletos de artistas.

Los iniciados, a golpe de chupito. Con mi dinero.


(en tiempos del extinto Enrique Tierno Galván, que ponía un crucifijo en su mesa y conmovía al conservadurismo católico - aunque yo creo que les vacilaba, menudo caimán era D. Enrique - en las recepciones del Alcalde sólo daban patatas fritas, cerveza y refrescos: él decía que había escrúpulo en el uso del dinero público)

jueves, diciembre 20, 2007

Reyes Magos ¿subvencionados?


En la puerta de la FNAC han puesto un chiringuito con sus majestades soportando la persistente lluvia que nos asola esta mañana de invierno. Los actores con sus barbas y su canesú están perfectamente sentados y, entre medias, se sitúa un cartel un tanto desolado e incongruente con la falsa pompa de monarcas tan simpáticos: Madrid, la suma de todos.

Antes estaba el cartero real del cortinglés, hábil jugada para evitar preguntas incómodas de niños - papá, por qué esos reyes son distintos - y ahorrarse dos soldadas, dos. Ah, que la cabalgata la paga el ayuntamiento y un concejal se pinta la cara morena. Y la retransmite Telemadrid.

Una perfecta mente retorcida estaría dilucidando si es una promoción de valores católicos, españoles y familiares. Seguramente lo es en el alma de varios de los que sueltan los dineros, pero en la práctica pensar así es un chuminada como una casa: la mirada de los nanos bien vale una misa y la historieta se queda en recuerdo de desilusiones: mi sobrino, cuando ha sido informado de la identidad de los de oriente nos ha participado que había algo que le mosqueaba profundamente y que no tenía lógica. La propaganda suele tener el mismo efecto. Podemos vivir tranquilos.

¿Qué me dicen? ¿Hay que subvencionar a los reyes magos o hacemos una colecta en el barrio y disfrazamos a uno para que tire caramelos y se ponga barba? Este es un problema social de primer orden, queridos amigos: ¿la ilusión es una facultad que los ciudadanos deben ceder al estado?



(no se agobien, hagan como yo y pregunten al de la tienda si tiene el muñeco de Leónidas, el de 300, que me ha pedido mi sobrino. Conste que yo no le adoctrino, es que se ha enamorado de los griegos: ¿los suyos se saben de memoria todos los dioses y diosas clásicos con nombre romano y griego a la vez? Dejen que me limpie la baba)


Fe en el progreso


El síndrome natural del izquierdismo, el progresismo, ese privilegio que ostentan estas personas que se sienten - yo creo que honestamente en la mayoría de los casos - cargadas de buena fe y grandes sentimientos de lo que llaman "unos valores", suele consistir en que están dotados de una honradez original que les concede absoluta superioridad moral.

Las noticias interesantes es que una y otra vez la realidad demuestra que sus flaquezas son como las de todos. Las malas nuevas es que cuesta caerse del guindo.

Lean El PSOE reinventa la democracia en su web electoral

No al canon. Una causa verdadera y no las nieves del Kilimanjaro.

miércoles, diciembre 19, 2007

Jara y sedal


Querer peces es mojarse el culo: lo aseguran las leyendas, las tradiciones ancestrales y el saber, se dice siempre que sabio, de tribus, pueblos y vecinos. A diferencia de otros cuentos populares que alimentan nuestras mentes, de este no se hace religión ni orgullo, ni siquiera tiene el calificativo de relato de nuestros padres. Por no tener, no tiene ni melancolía ni recuerdo de que, tiempo antes, antes de que alguien lo jodiera todo, la gente se mojara el culo con la frecuencia que la pesca reclamara. Qué cachondas son las tradiciones. Siendo un aserto de lo más interesante, siempre he visto que los pescadores mojados no son más que excepción y no regla y nadie dice que no pesquen.

Como Artur, piloto de argonautas, caña y red en ristre. Mirando los toros desde la barrera, que es como hace uno, aceptaremos que ese espejo deformado que tiene el nombre ilustre de prensa (no hablaremos de cuarto poder, porque eso alimenta los sueños de grandeza de reporteros y tribuletes) reproduce con una fidelidad razonable las palabras de este hombre que un día descubrió que era catalán de toda la vida. Ya saben, es de ese programilla fantástico que tiene la virtud de que los políticos de esta tierra indómita aceptan comparecer sin red ante el pueblo llano, eso que se supone que es su razón de ser: pero qué miedo hay a saltar al vacío.

Y según esos notarios, Artur, excursionista a Montserrat, sale de pesca sin miedo a empaparse:
El líder nacionalista también ha tenido que volver a reflexionar sobre el tan manido derecho a decidir que esgrimió como elemento clave de su programa político. Un derecho "al que debe aspirar Cataluña", aunque especificó que "existen grandes diferencias entre la autodeterminación y la independencia".

Según ha valorado Mas, "la autodeterminación es la máxima expresión del derecho a decidir", y ha advertido sobre las aventuras políticas que insisten en llegar hasta la independencia "sin que exista un consenso real y se ignore a la mitad de Cataluña". Para ello ha preguntado en voz alta "qué clase de independendencia tendríamos si se lograra la mayoría más uno". Así, se debe cumplir con dos elementos esenciales, según ha valorado: "Se debe respetar el sentimiento mayoritario de la ciudadanía catalana" y, sobre todo, se debe "llegar a grandes consensos".

Preguntado posteriormente por otro ciudadano entre si escogería entre el Estado de las autonomías, un Estado federal o bien mayor soberanía, Mas ha reiterado que "para nosotros el Estado de las autonomías no es suficiente", abogando por "defender siempre la mayor soberanía para Cataluña", aunque con una condición inapelable. "Cualquier avance debe ser aceptado por una mayoría amplia de la ciudadanía catalana", advirtiendo que "o nos ponemos de acuerdo los catalanes hacia donde vamos o al final no lograremos nada"
.
Fíjense en la calidad del anorak que se pone en el viaje por el océano de la retórica: existen grandes diferencias entre autodeterminación e independencia. Oh, por supuesto, intelectualmente esto no lo vamos a negar. Por ejemplo, que nadie sabe donde termina la autodeterminación, porque yo también quiero autodeterminarme. Que tu mano derecha no sepa que hace tu mano izquierda, que esto también cuentan los refranes. Pero oiga, ¿no dice usted que no es pecado autodeterminarse y usar verbos tan feuchos para comandar la elección de futuro y de estrellas que nos guíen? No, no lo es. Lo divertido es ver jugar a los pescadores: quiero autodeterminación, pero independencia no, porque no es cosa de hacer cosas sin consensos. Aspiro a algo, que no se sabe que es, pero lo que se sabe es que Cataluña, que digo yo que debe tener piernas, brazos, ojos y hasta cerebro de tanto dicen que habla - habla, pueblo, habla -, debe aspirar a ello. Las razones no se conocen bien, o forman parte de los cuentos de nuestros padres, pero debe. Como se puede comprobar, en el fondo ni una palabra de cómo las personas son verdaderamente libres de construirse su propia existencia y la seria sospecha de recrearse en el encantamiento de las unidades de destino en lo universal, que la poesía da para mucho.

Esto tiene un resumen: bronca. A río revuelto, ganancia de pescadores.


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(si es que la tradición tiene respuestas para todo)

("si se lograra la mitad más uno", ¿crear necesidades que dicen los antitodo que hace el maldito capitalismo? Después de que la gente se fuera a la playa mientras se votaba el destino de la patria, todo alcanza unas dosis de superrealismo que no son impropias de la tierra - ah, la tierra - que vio nacer a ese franquista que fue Dalí)

(ven como es buenísimo hablar y debatir sobre la independencia y esas matracas: no debatir es crear oscurantismo, tótems y manitús; debatir supone hacer preguntas a los chamanes sobre cómo piensan resolver las situaciones que entraña y las nuevas contradicciones que produce: es maravilloso comprobar cómo los salvadores de la nación española están tan desarmados de un buen artefacto intelectual como los liberadores de las patrias oprimidas, sólo que caen mucho, pero que mucho menos simpáticos)

(¿recuerdan la razón de ser del pe-ene-uve?: básicamente ser soberanos para vivir en el mejor de los mundos posibles, todas las ventajas de pertenecer a España y ninguno de los inconvenientes; como ven, hace escuela; como ven, uno puede pescar sin mojarse el culo)


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P.D.: Mapuche, deje que le lance una admonición: le tengo donde le quería. Uno de estos días de esta pesadilla de fechas que nos viene, que pase usted de San Esteban sin amenaza de cólico o de ruptura familiar por un verbo mal dicho por el calor humano y etílico que nos invade en tan señaladas jornadas, me entretengo en contárselo.

viernes, diciembre 14, 2007

Ajado


La cana que despunta en mi vello púbico, ya son dos canas que despuntan en mi vello púbico. Existen otros testigos biológicos que confirman lo ineludible: en el género masculino incluye la aparición de pelos - que no vello - en las orejas. Los gritos, las palabras y los aspavientos que te rodean adquieren una súbita sensación de solera, la suerte de tener un naipe en la manga frente a esos que te miran. Los mayores de Berlin Smith sonreirán a solas porque te ven las cartas marcadas. Esa sonrisa íntima es la única auténtica venganza que permite el tiempo: comprobar que a los otros también les pasa. La puerta, la silla, el enemigo que pasa.

martes, diciembre 04, 2007

Peña España


¿Es esto posible hoy? Esta va dedicada especialmente a Ignacio, el que dice que no escribe, que va a encontrar materia para argumentar. Suele debatirse en este bloque de adosados sobre la virulencia o no del nacionalismo español. Para unos, es un elemento desactivado, tan rancio y gastado que, o da guasa, o parece una pieza de una tienda de antigüedades.

La pregunta es si al lado de las manifestaciones por la construcción nacional de tantos esto merece o desmerece, o si veremos tanto acervo popular y tanta tradición convertida en pitorreo - puede que cansancio - cualquier día. Chistu y aurresku tienen una solemnidad que no tienen José Luis y su Guitarra, pero las caras compungidas de las autoridades que se supone que tienen que palpar la emoción de sus corazones al oírlo me llevan a la sospecha, casi tanto como una excursión de Artur Mas a Montserrat.

Para otros, lejos de estar desactivado y oxidado resulta una realidad evidente en forma de relojería de poder, en el sutil entramado de las obligaciones y servidumbres de un estado impuesto.

Que pasen un buen día y llénenme el buzoncito de apreciaciones, que lo pasaremos bien.


P.D.: no se pierdan lo de "no tienen razón, bien lo sabe dios"






viernes, noviembre 30, 2007

Pues vivimos, anunciemos algo nuevo



Esta es una corriente de pensamiento inconexa, puede que puro psicoanálisis, una delicia para mis seguidores enamorados de mi propia inconsistencia y debilidad, el producto de una tarde-noche larguísima de concienzudo trabajo profesional y un ambientador en forma de emepetrés: que me tropiezo con fósiles vivientes y se me mueven los rescoldos de una memoria antaño prodigiosa (buh, bah, al menos sorprendente para los vecinos), y doy con Gabriel Celaya disfrazado de Paco Ibáñez que se desgañita diciendo España, en marcha, una terminología de lo más marxista como es propia de un comunista de toda la vida, aunque fuera capitán de gudaris de Bizkaia (así, en legítimo euskara) y me da por pensar la panda de torpes que son los españoles, que sólo unos son españoles y otros sólo tienen pasaporte:
Nosotros somos quien somos. ¡Basta de Historia y de cuentos! ¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.
¿No querían himno, no querían letras? Ahí tienen, el tipo más español del mundo, vasco de Hernani, comunista y republicano, la antiespaña y la antieuskalherría toda a una como en Fuenteovejuna. ¿No es la nación poesía, mito y emociones? Ni leyenda saben encontrar estos españoles de sus propias tripas: vendrán a decirme que me envuelva en banderas y que ame al rey católico, al borbón y al marido de Isabel, tanto monta, monta tanto, y me dirán que me sienta orgulloso de la patria y de sus memorias y yo les contaré que la memoria me dice que era la boca de Luppi en Un Lugar en el Mundo la que decía que la patria era el sitio del que no te quieres marchar, y que yo no quiero salir de mi cocina.
Españoles con futuro y españoles que, por serlo, aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.
Cerrad - otra vez - con siete llaves el sepulcro del Cid, tirad por la borda el Valle de los Caídos y la peluca de Carrillo, la sangre de Paracuellos y la checa, la foto de Marcelino Camacho con el jersey de cuello alto - mientes, y tu lo sabes - y olvida ese rato en el que fuiste comunista sin saber por qué. Sesentones: no podéis ganar la guerra que perdió vuestro padre. Cuarentones: cantabais vamos a la cama con el parkinson de Franco. Veinteañeros: ni imagináis lo que era esto, qué mierda contáis de la dictadura.

Cantad, cantad, malditos. Volved a ver Tierra sin Pan y las películas de Martín Patino y decidme que no sentís que son angustias arrancadas del pleistoceno para sumergir en frascos de formol con una etiqueta que dijera "monstruo extinto, sin necesidad de salvarlo del calentamiento global": tótems y batallas de abuelos mentirosos, o demasiado avergonzados, o muy desengañados, o muy carentes de justificación. Os quedan por despeñar la ciudad de Cádiz pintada con colores luminosos e ilusión revolucionaria, el nieto del árbol de Guernica de verde tierno y sin sombra para los junteros, la retórica estética del regodeo en el modernismo. ¿Para qué? Para nada, para tener la fiesta en paz.


(esta noche hablaba con Nueva York, ayer con Los Ángeles, con un uruguayo casado con una belga, que tiene un socio gringo, que tiene un padre en Texas y una familia rica, que han echado a un judío errante que ha dilapidado su fortuna, que ahora recorre Etiopía en busca de café y no del Rey Salomón, que se llevó un pedazo de mi prestigio, y yo le contaba al uruguayo que conozco un tipo en Sevilla que tiene algo que podemos llevar a San Francisco y él me dice que ha fabricado un gadget que seguro que funciona entre latinos, que dice que es lo que es él, y que hay tipos que cambian el mundo sin habérselo propuesto y sólo se han entrenado en matemáticas sin muertos que vengar)



El Paño, el arca...


"La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa de la Vega, ha vuelto a reñir a los altos cargos que forman parte de la Comisión de Subsecretarios, órgano que tramita los asuntos que cada ministerio eleva para su aprobación por el Consejo de Ministros. La vicepresidenta criticó la lentitud en la gestión de determinados temas y la falta de proyectos de impacto para vender tras las reuniones semanales del Ejecutivo."
¿Quién manda aquí?

¿Es reconocer la evidencia de la insubstancialidad?

José Luis, ¿a qué dedica el tiempo libre?




¿San Francisco de Asís?

Progresistas, solidarios y sensibles a un mundo en PAZ y SOSTENIBLE
No, Pepe Blanco, en la arenga iniciática de su manual para la ciberguerra.

(por cierto, es tan entretenido que hay hasta una invitación descarada al spam y una clara fe en el móvil, lo que no es de sorprender)

(parece ser que la cuestión del progresismo se reduce básicamente a esto, a ser mu sensible y gritar poco; qué habrá sido de la retórica antiimperialista, la lucha de los descamisados, la tierra para el que la trabaja y todo eso que llenaba de furor y creaba pechos henchidos)

(en realidad, sí lo comprendo; todo es mucho más parecido a Asís que a cualquier otra cosa: un mundo de ovejitas paciendo y la búsqueda de la salvación eterna: salvemos las nieves del kilimanjaro, libremos nuestras almas de la tentación de hamburguesas grasientas y llenemos el mundo de excursionistas a los que ahora se llama cooperantes: esto ya lo hacían los misioneros pero, al menos, se quedaban)


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miércoles, noviembre 28, 2007

Guerras culturales anacrónicas rodeados de pompas de jabón


Mientras continua el proceso de invención de nuevas cruzadas con aspecto de burbujas, las civilizaciones aliadas, la publicidad de mujeres liberadas, mamás cobrando cheques por sus bebés, la recreación del paraíso verde y hay que ver lo bien educado que soy, el mundo sigue ahí fuera.

Spain’s Socialist prime minister, José Luis Rodríguez Zapatero, squandered political capital in his first term fighting anachronistic “culture wars” with the Spanish right.

No es frecuente medir la madurez de un país, una comunidad o como quieran llamarla por el nivel de su debate. Albert Rovira, ese proscrito, decía el otro día, más o menos y de memoria, que un país no puede levantarse cada mañana preguntándose lo que es. Tiene razón, por eso lo que debemos hacer es preguntárselo de una vez a ver qué nos cuenta. Con un poco de suerte alguien consigue que se debata sobre quién hace qué o si lo hago yo todo en vez de preguntarnos sobre los tejidos del traje mortuorio de Rafael Casanova. Esto ya es un nivel de debate.

¿Podría ser éste el listo que sepa debatir sobre los sectores públicos que nos asolan? Mientras llega, debemos decir que por lo menos nos lleva hablar de una serie de cosas que nunca le he visto comentar a José Luis - una quimera, se dejó la segunda tarde - ni a Mariano - ¿alguien sabe si se encuentra? -. Los informes de competitividad padecen de esa cosa que son las elecciones inevitables que hay que hacer cuando las cosas no son tan medibles como uno quisiera, pero tienen el encanto de marcar tendencias. En realidad, tampoco nos cuenta nada que no sea lo de siempre, el mundo encantado de los PIGS, que no son cerdos, sino portugueses, italianios, griegos y españoles, esos spaniards. Interesante: si medimos competitividad global, la cosa nos une mucho. Si hablamos de entorno de negocios, digamos que se suben enteros y esta cosa en la que residimos se aleja de los otros chanchitos.

Aquí explica por qué la economía norteamericana y la Suiza son las más competitivas del mundo. No llega a comentarlo, pero justo detrás de estos están los escandinavos que ofrecerán casa y comida en la jubilación a Mapuche. Por los servicios prestados.





Una postalita final: "The next government therefore urgently needs to revamp Spain’s antiquated education system to prepare for the changes ahead." Mientras andamos con la burbujita de la educación ciudadana, Esperanza monta enseñanza bilingüe - en inglés, y no sabemos si con recreos o no - para todos. ¿Se ve o no se ve lo del nivel del debate?



lunes, noviembre 26, 2007

Extraños en el paraíso



Aunque sólo sea la promesa del paraíso venidero o el estado de angustiosa búsqueda de Arcadia felix. Tropiezo con unas frasecitas de Josu Jon, el caído que nadie sabe por qué ha sido, que debo suponer que están bien reflejadas si esa vieja práctica del periodismo que es reproducir un boletín de agencia se hace con la menor creatividad posible, aún tratándose de un medio con propensión a la recreación:
...el PNV no debe ser solamente un partido nacionalista y ha insistido en que "no puede ni debe olvidar que el humanismo es otro de sus grandes valores, con la prevalencia de los derechos individuales de las personas ante cualquier otro valor o derecho". "Porque como decía Irujo -ha agregado- el fundamento de todo derecho es, en primer lugar la persona, y no las instituciones o la patria.
Esto, señores, plantea un problema teórico del carajo, porque si los derechos individuales están antes que las instituciones o la patria, ¿has dejado de ser nacionalista?. Seguramente, sí. Si te lo crees. ¿Cómo haría entonces un partido que se llama nacionalista y que se apellida vasco para mantener su coherencia? Una solución es echándote a patadas.

Curiosamente, el partido que mejor antagoniza lo que es esa iglesia conocida también como el partido de dios y las leyes de la tradición, ya saben a cual me refiero, tiene como apellido de sus órganos directivos la palabra nacional adosada sin ningún tipo de prejuicio. Es la curiosa coincidencia que mantienen los antagonismos al elegir su etiquetaje. Arriesgadas declaraciones las mías, pues seré atropellado al grito de equidistante.

Alguno se frotará las manos pensando en que Josu Jon se convierte en bueno para dejar de ser malo. Claro, eso depende del concepto de bueno o malo que se tenga. Porque si bueno es el que rectifica sobre la patria elegida, tengan cuidado con los aplausos: si se es libre para estar por encima de la patria, quiere decir que uno puede elegir la patria que le convenga no la que le impongan, sea ésta una elección íntima o una elección de muchos. O en otras palabras que suelen causar una cierta repugnancia, a pesar de su pulcritud, entre abanderados de la libertad: si tengo derecho a elegir zapatos, si tengo derecho a elegir comerciar con Ruanda, ¿por qué no tengo derecho a elegir sector público, más allá de elegir residencia? Va a ser que sí, que es bueno.


(Calentura intelectual: podemos reinventar el estado y llamarlo estado flexible. Uno que engorda y adelgaza a conveniencia de las circunstancias, que elige proveedores pero que no produce, que puede cambiar la asignación de sus servicios de una autoridad legítima a otra sin más que un apunte informático, uno que desmenuza sus prestaciones de forma que, en el colmo de la racionalidad, lleve a sus votantes a elegir que su educación en Calahorra se la lleve la Comunidad de Madrid, que no lo está haciendo demasiado mal, y que su gestión urbanística se la lleve el Ayuntamiento de Vitoria, que tiene buenos éxitos. Uno, por ejemplo, que pueda hacer simple decidir que hoy soy Castilla y León y mañana León sólo y Castilla sola y que pasado mañana permite ser León y Castilla o Asturias y el Ampurdán. O el Milanesado con el Algarve. O mi barrio con Lisboa. Desprovistos de patrias, los políticos, esos nuestros representantes, pueden dedicarse a adquirir legitimidad y especialización. Esto, seguramente, le recordará mucho a Mapuche a sus redes sociales. En definitiva, es lo que es. Y eso entronca también con la dualidad de las identidades digitales y las físicas. La búsqueda de ideas presuntamente nuevas tiene sus posibilidades e inconvenientes operativos para descubrir que trae nuevos/viejos problemas. Pero eso no es lo importante. Lo imperecedero es que, después de todo, hay puntos esenciales que son los mismos: ¿están los derechos individuales por encima, si es que existen, de los colectivos?)


jueves, noviembre 22, 2007

Escándalos a estas alturas



¿Es el asombro una manera de proclamar una traición? ¿Puede verse la realidad, si se quiere tener ciertos visos de afrontarla, como el cuento de Vellido Dolfos? ¿Asombróse un portugués de que en Francia todos los niños hablan francés?. Muy serio, el periódico italiano de Pedro José intitula de esta guisa: "Escándalo silencioso". Nada menos que una sorpresa de este calibre:
Los libros de texto eluden en Cataluña y el País Vasco la palabra 'España'
Sin duda, motivo de asombro. La única verdadera razón para frotarse los ojos es que, no sé cómo decirlo, ¿el centro, los españoles, la meseta, la escandalera madrileña? se perpetúen en flajelarse - y van treinta años de corrido - con la realidad que te da de bruces. "La consagración del avestruz" sería un buen título para un libro de historia que destripara el pensamiento político/territorial/folclórico de socialistas y populares, en comandita con periodistas pontificantes, de todo esto que empezó con poemas de Miguel Hernández y canciones de Serrat. Quizá, me diga Mapuche, que debiera más bien ser el título de mi primera novela masoca-satírica del mundo en que vivimos.

Puede que en la ignorancia y ausencia de literatura adecuada en los primeros años de esta generación constitucional (que treinta años no son nada, un soplo, una anécdota) pueda justificarse el grito en el cielo. Pero no querer darse cuenta ahora de que la razón de ser de partidos que se proclaman nacionalistas es construir naciones alternativas, y que suelen ganar sus elecciones o, porque puede que no sea lo mismo, el gobierno de los sitios que llaman proyecto de país, escenarios de sus reconstrucciones y motivo de su fe, resulta simultáneamente mediocre y cansino.

El escándalo viene acompañado de reacciones furibundas: antiespaña, traiciones, recuerdos del guerrero del antifaz, vocabulario mordaz y mendaz. Las personas reflexivas y educadas suelen llegar, todo lo más, a aferrarse al noble y sin duda legítimo cuerpo teórico que organiza la igualdad ante la ley, la nación, la discusión jurídica de los conceptos de soberanía y autodeterminaciones. De ahí se pasa a la indignación y hasta el goce intelectual de descubrir la terrible pobreza del argumentario ideológico-teólogico-teatral de respetables señores que parecían otra cosa. Pero no se repara en que nada cambia el fondo de las cosas y que la verdadera cuestión es la definición de todos.

Hay quienes consideran hablar de la cuestión de todos como un dar la razón al argumento metafísico. Ahora que Pujol es un jubilado famoso y comienza a publicar sus memorias, aparecen párrafos del pensamiento profundo: es curioso ver cómo hombres inteligentes se aferran a juguetes intelectuales tan primitivos. No es el único. Lo peor es hombres mucho menos inteligentes aferrados a los mismos juguetes primitivos. Déjenme que anote, porque aquí, en este todos, siempre hay que puntualizar y poner más de un ejemplo so pena de ser sospechoso, que el argumento vale para Josemari: pueden ponerlo según su gusto en la categoría que quieran, la de los inteligentes o en la de mucho menos inteligentes.

Son precisamente esos juguetes primitivos los que, con su hedor apestoso, nublan la evidencia y no permiten diferenciar el mal olor de la cuestión esencial, la que no tiene cuestión ninguna: que de lo que se trata es de hablar, quizá sólo hablar, tal vez decidir, de quiénes somos todos. Al negar esa posibilidad se le llama tabú, y los tabúes son elementos metafísicos tan apestosos como los argumentos esenciales (de esencia) de quienes te dicen que ellos no son del mismo todos. El escándalo es el síntoma de la violación de un tabú y los tótems no son más que postes que quedan descoloridos por la lluvia y derribados por el tiempo.



(P.D.: por provocar... ¿si Vellido Dolfos fuera un cuento catalán tendríamos a Carod subvencionando cómics del asunto? A ver si me pillan por donde voy, que me juego que no)





lunes, noviembre 19, 2007

Por la salvación del alma


En las crónicas anuncian que Manuel Marín deja la política para dedicarse a la lucha contra el cambio climático. Es el síndrome Guevara. Uno, dos, tres, mil Viet-nam confundiendo el culo con las témporas y jugando a dios. Es el síndrome de Cruzada, el del Milenio, el de Alonso Quijano. Malthus y el Apocalipsis en tu jardín.



(ideas en formol: la enésima destrucción del mundo. Ya lo hemos vivido, Marín también, cuando la bomba hache era el anticipo de la desaparición y llenábamos las calles contra los misiles que apuntaban a la URSS pero no contra los que desde Rusia apuntaban la plaza de tu pueblo: qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS, decía la tonada. Las armas atómicas siguen ahí, son más peligrosas que nunca, pero los tornados son mejor causa para volver a llenar las aceras que los controles de seguridad de las bombas)




sábado, noviembre 17, 2007

¿Almas gemelas?


Literarias, se entiende. Chiaroscuro: Luces y sombras del siglo XXI. Aquí: Noches Confusas en el siglo XXI. A la búsqueda de la iluminación. Desde hoy pongo la casa de Irene a la vera de estas páginas (eso de los enlaces que se recomiendan). Paladeen.


Derecho de los sentimientos



Es una sentencia que sólo me produce interrogantes:
Así, reivindicó el supuesto derecho de los vascos a no sentirse español e incumplir por ello la Ley de Banderas
Ah, ese maldito Ibarreche, martillo de españoles. El lehendakari de los vascos y las vascas vascos y vascas de verdad, se lo pasa en grande vacilando a sus enconados rivales, el Partido Popular, con el entretenimiento y la picadura de las banderas. Él no la pone. Ni la va a poner. Azkárraga tampoco, no tiene dinero, dice. A mí, de entrada, me surge una duda: ante el hecho evidente de que el gobierno plenamente constitucional de los vascos- es un dato real, quiera o no quiera el PNV - opta constantemente y desde hace años por la desobediencia civil, ese mismo mecanismo que condujo a Ghandi a arrancar la independencia de la India, como medio de relación con el resto del cuerpo constitucional de instituciones, ¿tienen sentido las proclamas escandalizadas ante la realidad, ante lo más honesto que ha hecho nunca el PNV desde que es PNV, que no es otra cosa que decir que no son españoles y la claridad con la que ha dejado de cooperar en toda su historia con la democracia en España buscando únicamente la supuesta - esa, sí - soberanía foral?

Por eso líneas de periódico como las que cito me resultan entrañablemente torpes, sorprendentemente ingenuas. Libertad Digital, que me suele parecer que no publica noticias sino versiones editorializadas de las noticias, es el medio que presenta en su entradilla - es decir, texto noticioso - esta valoración de la honradez verbal del lehendakari. Desmenucemos las palabras críticas: "supuesto derecho de los vascos a no sentirse español". Bien, me parece que en el derecho no se ha establecido ninguna obligación de sentirse español, ergo es evidente que no existe el derecho a no sentirse español. Ya, ya sé que me van a decir que se dice con la fina ironía de mostrarle al señor Ibarreche que no tiene argumento legal para oponerse a la ley. Pero en ello subyace una proposición muy limitada, un ardid para consumo de leales: ¿supone algo el razonamiento para cualquier vasco o vasca que no se siente español? Nada. Es tan trivial como la aspiración de Mariano en su discurso apolillado de presentar la bandera española como la bandera de todos. El hecho es que sólo lo es jurídicamente. Toda la argumentación es un regodeo para autosatisfacción de los seguidores, no un rosario de propuestas para quienes son los verdaderos destinatarios, aquéllos en que es evidente su rechazo de la identidad española.

Y esta es la cuestión: el sentimiento de ser parte de una comunidad, el de creer que se es acogido por unos símbolos, no es materia de ley, es imposible determinar por textos legales lo que debe sentir la gente. Todo el argumentario nacionalista de cualquier especie, incluido el español, se basa en creencias, mitos, deformaciones de la realidad, emociones, canciones e himnos; recuerdos obtusos y noticias históricas que se miran con filtros coloreados para sacar ventaja; constructos ideológicos que sacrifican la voluntad de los vivos para sometarlas a una supuesta idea del pasado que tiene que ser reconstruida y rehabilitada y que mira con sospecha, cuando no con inquina y venganza, a quienes no encuentran por ningún sitio la necesidad de participar o construir ese edificio. Lo único que tiene garantía de no ser falaz y oportunista son los sentimientos. Eso es fe, religión. Es elegir un equipo de fútbol: sentir la camiseta, ese reproche que se le hace al futbolista no entregado, al galáctico que trabaja por un sueldo astronómico, jugadores rápidamente tachados de mercenarios si no se identifican con los colores: La tragedia es que no es obligatorio, ni obligable ni desmostrable. Simplemente, es. Pedirle a un jugador brasileño que le importe más la camiseta del Real Madrid que la canarinha es pedirle peras al olmo.

Pedirle a un militante del PNV que se sienta español o que abandone la creencia de que los vascos tienen una soberanía originaria que, entre otras cosas, permite a algunos tener el argumento moral que disculpa, explica o atenúa, por ejemplo, el sufrido valor patriótico de los asesinos (Xavier piensa que es muy jodido ser terrorista, hay que imaginarse lo jodido que es ser víctima) o, también por ejemplo, que acepte la Constitución Española, que dice otra cosa, es pedir peras al olmo. Es contrario a su camiseta y sus sentimientos. Luego existe un problema político que se manifiesta en el número de votos que, una y otra vez, los que tienen otra camiseta obtienen y que no paran de insistir en que quieren otra ley. Para ser escuchados, recurren a la desobediencia civil. Queda el argumento de la moralidad de su empeño al ser simultáneo a la existencia de un chantaje en forma de pistolas, pero una vez cesado, si es que cesa, el matonismo ¿cambiará por algún motivo la filiación de los sentimientos?

Él dice que va a hacer un referéndum pasándose la ley por la piedra. Obsérvese que ni siquiera apela al mecanismo constitucional de reforma para solicitar los cambios, una forma de decir que no acepta la validez del instrumento pues, sostiene, porta una soberanía anterior. ¿Se le va a meter en la cárcel? ¿Se va a poner fuera de la ley a todos los que no izan banderas o se va a poner por decreto lo que hay que sentir? ¿No es la democracia un instrumento para tomar decisiones sociales y canalizar los conflictos colectivos? El miedo a usar la misma democracia, y no me refiero al aparato legal, para defender la camiseta contraria o para superar el hecho de que la ciudadanía tenga que ser un problema de camisetas resulta muy significativo de la naturaleza del asunto: si a los sentimientos sólo se oponen decretos me parece, con toda franqueza, que no merece la pena.

Hasta hoy, todos los que ingenuamente han querido, aplacar, solventar, cerrar el problema creado deliberadamente por lo que llamamos nacionalismos lo han hecho desde una perspectiva centrada en la reforma de leyes secundarias (un estatuto o un presupuesto son, al final, secundarias desde esta perspectiva), en la esperanza de que la cantidad de discrecionalidad que tienen en su mano los gobiernos de los que no se sienten - aunque sea parcialmente - españoles termine por eliminar el conflicto. La realidad ha demostrado que el conflicto es más enconado y deprimente 30 años después de la muerte del general que en vida del gallego de Ferrol. Reducirlo a traidores y miserables, a bajar la condición de quiénes no ven en Cádiz, 1812, la fuente de razón, legitimidad y verdad política, es de una pobreza intelectual que conduce a la depresión. Si no fuera porque siempre les queda Noches Confusas.


(momento en el cual suena una fanfarria para hombres corrientes, póngase en su emepetrés a Aaron Copland y disfruten de este blog)



jueves, noviembre 15, 2007

Colecta (en defensa del jueves)


Condenados por injuriar a la persona del heredero y su amada esposa, los señores de El Jueves autores de la fechoría han de pagar la terrible cantidad de tres mil euros. Sale barato injuriar a la monarquía, uno se pregunta para qué tanta ley. El fuero, y no el huevo, dicen. Manda güevos.

Yo espero que apelen, hasta el fin del mundo. Al Supremo, el Constitcional, Estrasburgo y lo que haga falta.

Como yo me autoinculpé, anuncio aquí mi compromiso de remitir un cheque o transferencia a los dibujantes condenados por una cantidad que considero alícuota a mi incriminación. ¿Diez euros les parecerá bien? Supongo que entre muchos, sumando diez euros, podemos hasta ayudar a pagar los abogados.

¿Puede alguien decirme dónde se les escribe? (en la web del jueves no encuentro forma de contactar)



Notitas



Con la verdad por delante y con toda franqueza: no estoy seguro de que este artículo tenga finalidad alguna, y hasta desconozco su temática, propósito, final y hasta no sé si tiene principio. Es un impulso producto de que el misterioso tejido neuronal que dicta mi vida dice "escribe", y yo siento que quiero hacerlo. Simultáneamente no tengo apetito de llenar folios. ¿Recurro a la escritura automática, ese mecano de tu abuelo abandonado en el desván y que maravilla por lo antiguo y no por lo que hace?

No más - argentinismo, creo que peruanismo y otros muchos ismos - tengo colgadas de esas neuronas autónomas unas notas amarillas como las que se pegan en la pantalla del ordenador a modo de recordatorio y que, en el fondo, no responden más que a nuestra ilusión de querer o parecer ser ordenados, puede que hasta eficaces, y que calman también esa querencia por el aroma a papelería, una patria infantil como otra cualquiera, que respiran todos los productos de escritorio.

En amarillo: ¿no es maravillosamente tonta la bravuconería y la ignorancia de Chavez? Ese dedo en el ojo es la confirmación que esperaban - el dinero suele ser muy eficaz y miedoso, yo creo que no dudaban - de que no merece la pena y no es posible invertir un sólo duro en el país de Rómulo Gallegos (conviene identificar Venezuela con lo que tiene de bueno). Yo digo que los arruina, Hugo, no Chávez, sino el refugiado en Frankfurt y que comerá paella conmigo gane o pierda, piensa que no. Yo creo que es cuestión de tiempo: por supuesto, en este proceso, el que está pillado allí con sus dineros iniciará el habitual proceso de succión de partes pudendas que suele entrañar la existencia de un poder arbitrario si uno quiere sobrevivir. Pero debe recordarse que la succión no deseada de partes pudendas no es más que una forma de prostitución: la corrupción campará a sus anchas para comprar voluntades arbitrarias y evitar naufragios. La corrupción contaminará los cimientos de cada institución que ostente una prebenda porque sólo podrán hacer negocios corruptos y con corruptos. La otra cuestión es que el dinero local debe estar huyendo a mansalvas. Corrupción, inseguridad jurídica, fuga de capitales, ausencia de inversión en el país. Esa letanía latinoamericana que vuelve una y otra vez. El petróleo y los funcionarios no pueden con todo, como bien sabe ya Raúl Castro, el administrador de la ruina un poco más al norte.

Otra cosa amarilla: la sutileza de la monarquía católica que no se divorcia, pero que hace público su desencanto. Los tiempos son diferentes, Sofía y Juan Carlos son dos profesionales que ya no volverán: no conviven, pero qué más da, la obra de teatro continúa. El heredero se casa con una divorciada. Los dibujantes les sacan en pelotas y les condenan. Adiós al glamour, adiós al plural mayestático, adiós a la ceremonia. Si el rey no sabe callarse (no puede, después de todo is only human), lo poco de majestad, tronío, nebulosa, magia y cuento que quedaba se termina. No es un drama. Que una institución contraria al sentido común, la libertad y la igualdad se disuelva como un azucarillo - yo espero - hasta su extinción no es ningún drama sino una interesante evolución de la vida en sociedad.

Una última pegatina: qué mediocridad de clase política y de proyectos sociales. Vi retazos de Mariano en su entrevista con el llamado loco de la colina (¿sabe la gente que esto es de los Beatles? ¿sabía la gente que Crónicas Marcianas es un libro de Ray Bradbury?) y no pude dejar de pensar que es un buen hombre en el sitio incorrecto. No es un individuo mediocre, pero maneja conceptos mediocres por lo envejecidos, por la falta de osadía, esa renuencia a visitar los bordes del pensamiento y de las ideas, esa impermeabilidad a la vanguardia tan propia del conservadurismo y las clases populares españolas, todos tan temerosos de salirse del tiesto y ser tomados por extravagantes o locos. ¿Y qué me dicen de Izquierda Unida? Paladines de la democracia que hacen unas primarias cuyo resultado no es vinculante para sus apañados y amañados miembros de sus consejos ejecutivos o como quieran que los llamen. Qué miedo tan profundo en la psique española a la competencia, a la contrastación de la habilidad y el mérito sin red, cuántas excusas para evitar que los individuos se enfrenten como individuos a los demás y organizar clanes y cámaras que se reparten poderes y, lo que es peor, el patrimonio de la responsabilidad y la legitimidad. Gritan que son electos, y sólo son puestos a remojo en un refrendo de riesgo limitado - los amigos, siempre salen - que sólo puede ser alterado por algún inconveniente estadístico o por la vendetta del clan rival. Dirán que Totó Riina es un delincuente. Que lo es.

Y como no sé el final ni por qué empecé, así me retiro. Me contaron que la mujer de Haro Tecglen tenía casi que parar a su compañero porque se ponía a escribir y no terminaba y la columna acababa su espacio, ese concepto que los bits, amenazando a la física, han destruido para el texto, la imagen y el sonido.



domingo, noviembre 11, 2007

Lanzas rotas a la vera del Pacífico (Caín y Abel en desconcierto)



Rebuscaré el texto que acierto a vislumbrar en mi memoria balbuceante: decía yo que José Luis no tenía o no había aprendido uno de los elementos esenciales del poder bien temperado: saber estar. Decía yo que, muy por el contrario, la familia Borbón en su conjunto, especialmente la ex princesa de Grecia que porta la mayor inteligencia de la familia, tienen ese arte aprendido en el comedor de casa.

El ejemplo era la constatación de que borbones todos, se duda de los cónyuges, tienen aprendido que son permanentemente observados cuando están en público y cada gesto, cada postura, cada tiempo medido, la fuerza de cada mano que se estrecha o la amplitud de cada sonrisa son mesurados por un público que escruta las interioridades del pensamiento de monarca, consorte y herederos. Tengo, incluso, la sospecha de que saben llorar deliberadamente aunque no sientan la necesidad. También tengo la creencia de que lloran cuando no les miran y por motivos muy diferentes a los que les hacen brotar las lágrimas en presencia de público.

La anécdota era algo de estirpe institucionalísima: Juan Carlos y Felipe uniformados, rígidos y con la mirada puesta de tal forma en la que nadie podría decir si miran a alguien ni que no miran al lector anodino del discurso. A su lado, José Luis era incapaz de prestar atención y desarrollaba todos los síntomas (eso que entusiasma a la gente que devora libros llamados del lenguaje no verbal en los que esperan entrenarse en esos secretos para seducir o robar) de no saber estar en los sitios. No era, a mi gusto, la primera vez. Debe decirse que esas cosas se aprenden con los cachetes y las frases en voz baja e imperativas que dirigen los padres a los niños díscolos en las visitas o a la hora de la misa.

Así José Luis mantuvo el tipo y defendió al fascista ese de José María. Rompo lanza por el primer ministro que abandona la categoría de aprendiz. Me sorprendo por el borbón nervioso que deja que la gente sepa lo que piensa por dos veces en dos meses: lo que piensa de Federico y lo que piensa de Hugo, las dos veces rodeado de micrófonos y altavoces. ¿Es la edad? ¿Es el aburrimiento o la soledad que produce ser soberano y estar siempre callado? ¿Es la hora de pensar en el retiro cuando se llega a la conclusión de que a estas alturas de una vida uno ya no se tiene que callar? Vito Corleone, anciano ya, le decía a su hijo Sonny algo que Fidel Castro sabe bien: que no sepan lo que piensas, no hay que confundir propaganda con estrategia.

Frente al jolgorio del ¡toma corte! que produce ver a Chávez reprobado, uno de esos seres que no pueden dejar de hablar nunca, que se oyen solos, que se cargan de razón y que ponen altavoces a sus gritos y obsesiones incesantes, yo prefiero la calma del primer ministro. En nuestro cainismo, llevábamos también casi al orgullo y al despedazamiento el hecho, no se sabe si intencionado, de que mientras el presidente de los Estados Unidos pagaba con dura moneda los desprecios del aprendiz, el ex primer ministro y sus edecanes se sentaban a merendar con los edecanes de Bush demostrando al orbe la realidad: que José Luis es - ¿ha sido? - un chisgarabís, chiquilicuatre incompetente y sin experiencia jugando al monopoly con el poder inesperado. Guárdense: el puesto hace mucho, son tres años ya y domina mucho mejor el ceremonial y las palabras: la insustancialidad es la misma, no en vano son tres años de una gestión poco habilidosa, pero va desapareciendo la abundancia de flores y pasteles de los seguidores de krisna para convertirse en un caimán de la propaganda.

Y debe decirse que José Luis se ha portado, seguramente por primera vez, como estadista al servicio de la ciudadanía defendiendo a un Jose Mari que, dicen los cronistas del periódico global en español, ha sabido agradecer lo que no fue capaz de hacer él con Jorge Arbusto de América: aquello tan esperable en patriotas de los de antes como right or wrong, it's my country y que por muy estúpido que fue José Luis no se puede contribuir a que un jefe de estado extranjero ningunee a tu primer ministro, aunque sea tan impresentable (es que es la palabra) como el portador de la zeta. Y, para terminar esta diatriba que seguro que entra en la categoría de mis entradas aburridas y que sólo me interesan a mí, debe decirse que el Borbón no estuvo en su sitio y se comportó como un colegial. Pero nadie parece decir que tendrá consecuencias en política exterior, como el no levantarse de la silla, y decir lo que no debes decir en visitas a colegios o pequeñas ciudades africanas en las que no se sabe si te escuchan.


(Oh, qué horror, diciendo cosas bonitas del enemigo, ahora me llamarán equidistante. Qué mala idea es enemigo)



Ornamentos en los consistorios


Mal síntoma es que para que los representantes de los vecinos pongan una bandera en el balcón de la casa de la villa haya que tener ley.

Mal síntoma es que, existiendo la ley, los que tienen toda la obligación y ninguna excusa para dejar de cumplir las leyes no lo hagan.

Mal síntoma es que treinta años después la bandera que la ley exige que ornamente los consistorios carezca del interés popular para ser izada.

Mal síntoma es que dé toda la sensación de persecución el interés de tantos en que se cumplan las leyes y se icen las banderas.

Mal síntoma es que la resistencia obstinada a colgar banderámenes se dé, precisamente, en los pueblos y lugares donde elegir bandera tiene un significado público relevente y dónde no elegir precisamente una, adquiere otro síntoma que suele considerarse hasta respetable: el de la desobediencia civil.

Mal síntoma es el que los apologistas de la bandera no encuentren el estilo y no tengan el objetivo de convertir el símbolo en algo amado por los valores que despierta al verse y no por los temores y los rencores que, todavía hoy, recorren las espaldas de contadores de relatos y leyendas verdaderos y deformados.


(Hay arquitecturas, como los templos, que sirven para dar dimensión a palabras de la gente aunque sean un justificante de ilegalidad: «No podemos obligar a millones a sentir los símbolos». Alcalde socialista y de Vitoria que será, con suerte, encerrado en la cárcel de papel o, con mala suerte, quemado en la hoguera vociferante)


(Hay veces en que las palabras deben ser leídas con la curiosidad y mala sospecha de los abogados. Léanse mal, síntoma, sensaciones, sentir, con esa sospecha)




miércoles, noviembre 07, 2007

Fidel dijo que no era comunista (Chavez dijo que no nacionalizaría empresas)


Este otro video de Hugo, es un monumento. Lo obtengo vía El Confidencial. En algún sitio he comentado que lo de el sancionador de las importaciones de whisky se parece a los primeros años de la revolución cubana. Amagar y no dar... todo a la vez. Por cierto, el video es del del 98 y puede comprobarse que ha engordado. Son cosas que pasan en el poder: siempre se come más (paga otro) y se camina menos (no dejas al chofer en casa):




(Supongo que todos saben de y han visto los noticieros en blanco y negro del 59 en el que Castro dice muy serio que él no es comunista. Raúl y el idolatrado Guevara no tenían esos complejos. Norberto Fuentes en su segunda parte de la apócrifa Autobiografía de Fidel Castro hace un apasionante relato de cómo se forjó el engaño para ganar tiempo. Son mil quinientas páginas, pero ustedes son de buen leer. Si han visto el vídeo, comprobarán que Hugo dice que Cuba es una dictadura. Pero como un Llamazares cualquiera y, en plena ignorancia del derecho internacional, menciona el derecho de autodeterminación de los pueblos como excusa para justificar su ausencia de críticas. Ahora en los cuarteles venezolanos hay que decir socialismo o muerte. Puede que solo sea una pesadilla, yo creo que Fidel es mucho, mucho más listo, aunque de ancianito chochee algo)


jueves, noviembre 01, 2007

Con los ojos vendados...



...se presenta la señora Justicia. Y el mirón que sólo contempla suele ver que la dama a veces levanta su venda y mira por un ojo, o aprieta la tela para sentir la llegada de sombras y contrastes. Resulta que la señora Justicia es más de este mundo que del orbe de la perfección, como la belleza o las artes o, por qué no, si tiene lugar esa sorpresa que sería su existencia, los entes divinos y celestiales.

Al mirón la jornada de ayer le produce una extraña sensación de justicia vendada sosteniendo una balanza: el laberinto intrincado de tanto discurso y tratado de química para novatos sólo tenía unas salidas y no podía encontrar las salidas que no tenía. Unos leves momentos de presencia de la señora Razón al lado de la señora Justicia deberían dar la luz de lo que se espera de la señora con la vista mutilada: que sólo puedo condenar con pruebas y no al contrario, que sólo puedo condenar más allá de toda duda razonable (eso que muy latinamente se dice un dubio pro reo) y que lo que no está en el juicio y carece de pruebas no es elemento juzgable.

Así, pareciera que nos han dicho: unos de estos señores cogieron unos explosivos de procedencia y composición dudosa, los metieron en unas mochilas, los pusieron en unos trenes y mataron a 192 personas. Ergo, son condenados. De otros señores que pasaban por allí, no sabemos decirle. Y de otros señores que dicen que pudieron pasar por allí no podemos decir nada, porque nadie ha dado noticia con visos de verosimilitud. La sensación del mirón es que pocas certezas más se podían tener. Las sensaciones son, eso, sensaciones y, vade retro Satanás, libraré al mirón de toda presunción de competencia técnica para saber cuánto de las sensaciones son fallidas o ilusas. Porque para eso hay jueces, ¿no?.

El mirón dirá ahora lo que piensa: ¿Y no es para estar satisfechos? Para una de esas veces en que los jueces embutidos en su toga parecen haber tenido la venda puesta mientras ponen piedras en los platillos y no ponen las piedras que no tienen... es casi como un oasis en un tiempo donde a nadie parece importarle que todas las togas tengan preasignada una condición de parte y en el que ni los de la toga ni los demás se escandalizan de que los elegidos para hacer las leyes y los elegidos para ejecutarla hagan y deshagan a su antojo para acomodar sus decisiones.



(por eso está muy mal que todos los jueces del tribunal constitucional tengan un apellido conocido y su presidenta no tenga el cuidado ni la prevención de no ser vista hablando con el gobierno en público; en este pequeño país nadie parece saber que parte del cargo es saber estar o saberlo llevar, y que si aceptas ser juez ya no tienes amistades entre los que tienen interés de parte y que uno de los cometidos de tu trabajo es que todo el mundo esté de acuerdo en que no se percibe trato de favor)



sábado, octubre 27, 2007

Z


Ineficaz, falaz, mordaz...

Ah, no, que es de la LOGSE:

Inefectividaz
Pasividaz
Incapacidaz
Barbaridaz
Falsedaz
Inutilidaz
Mediocridaz
Inutilidaz
Irresponsabilidaz
Inmoralidaz
Mendacidaz...

Ahora con la e:

Estupidez
Boludez
Gilipollez
Memez..

Ahora con la i:

Aprendiz...

Ahora con la o:

Coz...

Y ahora con la u.

Avestruz...



viernes, octubre 26, 2007

Debatir el cambio climático en 1977 y en 2007


En 1977, José Luis Balbín hubiera puesto la película de Albert Arnold Gore, jr. en La Clave. Entre los invitados, con traducción simultánea, hubiéramos tenido a un representante de Greenpeace, al mismo Gore, a lo mejor en un rapto de originalidad a Gore Vidal, al pensamiento opuesto representado por Bjorn Lomborg, ya que estamos con ello; un representante de la oposición local a la idea de la alarma ecológica, al jefe de los estadísticos de la ONU, un socialista, uno de ucedé y otro de minoría catalana, que es como se decía antes. O un sindicalista. El debate sería larguísimo e interesantísimo con gente que apenas se interrumpe. Y al día siguiente lo comentaríamos tres o cuatro, porque tras la peli, la gente quedaba derrotada con los larguísimos rótulos del programa amenizados por la densa sintonía de Carmelo Bernaola.

En 2007, el gobierno compra el documental de Al Gore, quiere que lo vean las escuelas ¿obligatoriamente? (está por ver si en las escuelas tienen con qué verlo o si tienen tiempo; mejor: de qué asignatura se quita). El País te equipara con los creacionistas, con los perseguidores de Galileo y, asombrémonos, con la práctica leninista. Caen chuzos de punta, unos te insultan por allí y otros te insultan por allá. Al Príncipe le escriben anodinos discursos sobre la misión que nos espera a los hombres y sus industrias. Y, a lo mejor en dos años, habremos encontrado otra cantinela. El efecto 2000 tenía la ventaja de que se acababa en el 2000 y ello a pesar de que ya saben que se dice que los cálculos de los del premio nobel estaban mal datados por culpa del dichoso efecto.


(Oh, no, cualquier tiempo pasado no fue mejor, pero en los medios de comunicación la proporción de gente inteligente, incluso muchas veces sin estudios, era proporcionalmente mayor que ahora. O así lo siento. Ahora es más importante ser guapo o llevar carné escrito en el corazón y que trasluzca a través de la camisa. También lo que pasa es que el refugio de los locos ya no está en los medios de comunicación, sino en lo que da en llamarse nuevos medios - ¿éste? - y sigue siendo minoritario. Como novedad añadida, todo lo que antes eran tres radios y media y una tele y cuarto, ahora es una gigantesca cháchara. Pero todo es mejor, no se crean, ni borracho vuelvo yo al 77)

(Ah, ah, los templarios son también inocentes después de unos cuantos siglos. Si es que todo es un eterno y grácil bucle)




domingo, octubre 21, 2007

Crepúsculo


Todos los vanidosos creemos más en lo espectacular que en lo importante


Mario Conde. En el peor de sus días.

(yo también soy vanidoso, ¿no?)



Dedicado a Teddy Bautista, a Bisbal, a Ramoncín...

Cooleando: o por qué Al Gore no merecería el Nobel (II)


Justo en el momento en que la mañana ofrece otro cataclismo para la fecha de mi jubilación, encuentro el ánimo para continuar esta serie que no sé si terminará hoy:
[Al Gore] is far from truth
El aserto viene ante el asombro de Bjorn Lomborg por el grado de prioridad que tantos países dicen tener acerca del calentamiento global cuando existen otras cosas mucho más prioritarias de resolver y que requerirían mucho menos esfuerzo. Dice the guy who used to be the next president of the United States: "Está en juego la supervivencia de nuestra civilización y la habitabilidad de la tierra". En Cool it se pone de manifiesto que eso no es lo que la ciencia está haciendo evidente, pues un incremento moderado del calor reducirá el número de muertos, pero eso se lo conté en el anterior episodio. Y, en segundo lugar, se desmonta la confusión generalizada con la misión generacional que propaga Gore y que le encanta a todos los salvadores de medio pelo como el sonriente Joze Luiz: hay otras prioridades y más inteligentes. Y sobre todo mucha confusión.

Resultaría que los glaciares derretidos o desaparecidos no son nada alarmante: la mayoría de los del hemisferio norte no existían entre nueve mil y dieciseis mil años antes de nuestro presente, cuando no calentábamos nada. Los glaciares suizos han padecido doce fases de reducción y crecimiento en los últimos dos mil años. Y resultaría que los datos demostrarían que se vienen reduciendo desde 1800. El icono del calentamiento global, el fin de las nieves del Kilimanjaro resulta que había perdido la mitad de su superficie glaciar en 1936, cuando a Hemingway le dio por inspirarse en su blanco resplandor entre whisky y whisky. A más a más, resultaría que los glaciares del Kilimanjaro son restos de un cambio climático anterior.

La tesis del no al Gore misionero se culminaría con esta conclusión: mientras dedicar el dinero a evitar que la próximas generaciones no entendieran el título de un cuento de Papa, los tanzanos tienen problemas bastante severos: falta de capital para adquirir semillas, fertilizantes o pesticidas, pestes y enfermedades animales, una educación demasiado costosa (por inalcanzable), tasas elevadísimas de infección por HIV, malaria, malos servicios sanitarios... todo para que los glaciares se vayan igual.

Pero Lomborg llama la atención sobre una ventaja importante para los pobres del derretimiento de los glaciares: los ríos tendrán más agua especialmente en verano dando más agua a los que precisamente tienen problemas de abastecimiento. Por supuesto, a nadie se le escapa que esto es pan para hoy pero hambre para mañana: la cuestión es que las reducciones de emisiones previstas no van a reducir las temperaturas como para detener la reducción de glaciares que ha sido continua desde la pequeña edad de hielo registrada a mitad del último milenio pero, gran pero, hay tiempo suficiente como para que, gracias al agua y la mejora de productividad que supone en sociedades pobres, elevar el nivel de vida y generar riqueza y construir los mecanismos de almacenamiento de agua que serán necesarios cuando el hielo no la conserve:
...te puedes inclinar y decir que debemos conservar los glaciares prístinos. Son estéticamente magníficos, y en el mejor de los mundos, donde no hubiera demandas competitivas entre sí, sería un ideal importante. Pero en un mundo con muchos otros problemas, debemos considerar que los países en desarrollo podrían estar interesados en aprovechar sus recursos naturales, como los glaciares, para hacerse más ricos en vez de proveer de satisfacción estética a los ricos
Ya ven. Alguien que lleva la contraria y plantea un pensamiento bastante más retador que el discurso del fin del mundo.

(¿gore no es un género de sangre, tripas y miedo?)



Poliedro


Esperanza es liberal, por eso quiere privatizar su televisión y nosotros miramos diciendo no me lo puedo creer. No siempre puede cumplir con sus deseos y tiene que repartir televisiones a dedo.

A dedo le da una televisión a Federico. Con el dedo en alto dice Ekaizer que irrita al rey sacando pecho por Losantos. Dicen los amigos de Losantos que lo que hace es defenderle.

Le defendemos cuando pide al Borbón que abdique, pero nos enfadamos y pedimos que caiga el plomizo peso de la ley - esa ley - cuando se queman retratos del rey.

Ekaizer y su periódico indignados porque hay quien pide cuentas a Juan Carlos rex, el irresponsable legal, pero encantados de reescribir y reescribir la nostalgia republicana, que no es amor a la república, sino a los héroes infantiles, a la nostalgia de lo que no vivieron pero que creyeron que les haría justicia. A ellos.

Mientras su radio le pide abdicación, los obispos rezan por su alteza y la unidad de su reino. El Rey les pide menos oraciones y más razones: Federico está a sueldo, la corona y El País piden a los obispos censura.

Los curas no censuran a Losantos, pero piden que se retiren los retratos obscenos que ironizan, critican y denigran las creencias católicas. Federico llama traidores a socialistas, catalanistas, equidistantes y a todos los que tienen flojera con la Constitución Española, esa biblia de nuevo cuño.

Cebrián grita porque hay visitantes de extraño en los pasillos de Moncloa, y es que hace tiempo que no le llaman al cuarto del edecán. Clama por los dedos y los hilos que mueven empresas y dinero, pero olvida los favores y los hilos. Es como una hilandera que se queda en el paro.

En Prisa se enfadan porque El Mundo miente en sus portadas, pero ellos mienten en sus tiradas.

El Público se escandaliza porque Aznar gana dinero dando conferencias, pero no lo hace por las que cobra Felipe. Ellos pueden cobrar dinero por su periódico, pero parece que Aznar no puede cobrar por contar lo que piensa. Curiosamente, exactamente lo que hace el director del periódico que publica la nota con presunta indignación.

Llamazares quiere diálogo con Cuba, que con palabras se resuelven los entuertos, pero ni una palabra le he oído decir de los presos que tiene el Comandante en sus cárceles.

Carrillo dice que la derecha de ahora le recuerda a la del treinta y seis y Federico y César Vidal no hacen más que insistir en que la izquierda y los vendepatrias son los mismos que los del treinta y cuatro. ¿Vivirán todos con el síndrome del tiempo estancado?

Y así.


¿Y era esto?


Tanta globalidad, cambio, renovación, colorín y modernidad digital se resumen en: hemos puesto acento a país en azulito. Pringamos unas tirillas de ese mismo azulito por las páginas interiores. Algunos titulitos van con un sepia clarito monísimo. Forges en colores. Opinión va más lejos y se le quita gravedad (pero no porque no sea larga, profusa y sesuda - esto se agradece - sino porque la maquetación es más limpia). Los colaboradores vienen con foto - resulta un Vargas Llosa un tanto peculiar en el resultado.




Mucho anuncio en Shangai para que los post-adolescentes se lo piensen antes de comprar Público y lo que tenemos es un buen lavado de cara. Me da que la claridad de la nueva maqueta nos va a gustar a los de cuarenta años y que debieran haberse hechos modernos de verdad: echarle narices y que el rediseño se hubiera hecho en un crowdsourcing brutal. En internet no cambia nada, salvo que lo que pagaba ahora va a ser gratis y nadie me dice qué voy a obtener realmente por mi dinero: ¿me van a cobrar lo mismo que antes por ver el periódico en pdf que por acceder a las noticias que, por otro lado, ya estaban dando gratis en "versión texto accesible" que quería decir que no está bonito y no lleva fotos? El mundo está lleno de agoreros, entre otros servidor de ustedes, pero creo que la revolución del internet moderno siguen sin pillarla los sesentones que firman los cheques del diario otrora independiente.