jueves, diciembre 20, 2007

Fe en el progreso


El síndrome natural del izquierdismo, el progresismo, ese privilegio que ostentan estas personas que se sienten - yo creo que honestamente en la mayoría de los casos - cargadas de buena fe y grandes sentimientos de lo que llaman "unos valores", suele consistir en que están dotados de una honradez original que les concede absoluta superioridad moral.

Las noticias interesantes es que una y otra vez la realidad demuestra que sus flaquezas son como las de todos. Las malas nuevas es que cuesta caerse del guindo.

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No al canon. Una causa verdadera y no las nieves del Kilimanjaro.