sábado, enero 26, 2008

Moore (no: Michael, no)


¿No les gusta Julianne Moore? No, no digo que les atraiga la Juliana con una mirada libidinosa, que están en su derecho. Sino si les gustan los personajes que hace: qué sensación de relajación y simple humanidad me producen. Está de bolos: nos traen una nueva película en la que aparecerá con su cabellera pelirroja y ojos tristes, que no entristecidos:
Cuando conocí España, en el verano de 1979, era una adolescente que vivía en Alemania y desconocía la figura de Franco y lo que representó. Entonces España me pareció un lugar incómodo y oscuro. Cuando volví para rodar la película me quedé impresionada. Hoy me parece un país abierto de mente, lleno de gente tan emocional como profesional.
(Tópicos y bucolismos aparte, uno suele decir, como creo recuerdan, que dramatismo, negrura y cante jondo - en lo desgarrado - sólo es algo que queda para los mitos. Mitos que sirven para alimentar justificaciones de todo tipo en esa parte de la vida que se vive a solas con la mente. Es verdaderamente cansina la asociación del país a Paco, el general más joven de Europa, entre los foráneos como entre los nativos. La vida es demasiado normal, en su propia vulgaridad y su escondida belleza. Como no puede ser menos. Guárdense la patria en un armario con bolas de alcanfor. Por nostalgia, no porque la vayan a necesitar).