miércoles, enero 30, 2008

Bananero


Vuelve el juego de las sillas musicales. Bananero. Zapatero. Esa rumba por conservar la poltrona.

Vuelve la solidaridaz bien entendida, esa que significa que te quitan el dinero progresivamente y progresistamente y te lo devuelven de a ración, porque todos somos iguales.

Vuelve la engañifa, si es que marchó, el caballero de la triste figura que un día te dice que ha salvado al país porque tiene ley para dependientes sin dotación presupuestaria pero mañana les dice a los dependientes que les devuelve el dinero porque es muy ahorrativo.

Vuelve la improvisación (¿la malversación?) en la que por la mañana te da dinero y por la tarde te cuenta que no da, que es un menor quitar, que no son cuatrocientos, sino doscientos, que doscientos más irán mesecito a mesecito descontado en el sobrecito de la nómina (los que saben de algo en ese partido, teniendo que salir en público morados, amarillos, diciendo cosas educadas para no llamarle lechuguino).

Vuelve el bochorno. ¿Tan desesperado está, tan oscura ve la victoria del progreso tras repartir dinero a los sin piso, cheques a las parturientas, esperanzas a los jubilados, que ahora viene el pan para todos? El rey de Marruecos se sube a un caballo y arroja monedas de oro a la plebe, dadivoso él.


Disclaimer: alguien podrá decir que es de lo más libegal devolver dinero. Pudiera ser, si correspondiera a los conceptos adecuados. Todos sabemos que no.

Corolario: ¿Entonces es compra de votos? El cultivador de bananas se ha ofendido muchísimo cuando se lo han insinuado. Ha puesto una de esas caras suyas de actor que estudia sus gestos y se le ve a lo lejos (este tipo miente mucho mejor por la radio) y ha dicho que los españoles (los vascos deben estar fuera del reparto, se comprueba la eficacia y razón de ser del concierto: en Madrid te timan) son suficientemente inteligentes para no dejarse influir en su voto. Es decir, que concede que no votarle a él es una opción inteligente entre las posibles. La estética no le ayuda nada: el dinerito sólo viene si gana él, o le pone a güevo espetarle a su oposición si se lo va a quitar (como si no fuera suyo de antemano) si le ganan.

Bis: Se abre el telón y sale Carod Rovira con el cheque de José Luis. ¿Cuál es el monólogo? ¿Ser o no ser? ¿Es el dinero de los catalanes el que se reparte entre todos?

Sentimiento trágico de la vida: Queridos amigos con fe en el progreso. Estimado Sr. de Toro (el del boj trastocado en José Luis). Deben decirnos si no sienten vergüenza ajena.

Análisis para la historia: en la entrevista por entregas con el marido de la diseñadora de moda Sra. Ruiz de la Prada, experta mundial en cambio climático según Antena 3, pudo comprobarse que el tipo, el feliz aprendiz de sastre, había superado la fase de aprendiz para dominar los resortes del manejo del poder. Y eso que no le ha cambiado. Una frasecita delataba tanto su progreso como su bisoñez previa: decía más o menos que, ante noticias urgentes, trágicas o apresuradas, nunca debe aceptarse lo que se cuenta en la primera hora. Decía, si la memoria no me falla - ganas no me quedan de buscar el enlace - que "una vez más, se comprueba". La repetición, el fallo/error, madre del cordero del aprendizaje más básico, en todo su esplendor. Los que han pisado al menos concejalía suelen haberlo aprendido: en nuestras carnes pagamos la pobreza de la clase política de las listas cerradas.

Puesta en marcha del Plan B: Si hacer que el mundo progrese con tanta igualdad de hombre y mujeres, civilizaciones aliadas, energías renovables y desaladoras mágicas, tanto compromiso en que él será educado, si tanto parecer el Palmerín de Inglaterra de nuestros derechos y libertades no sirve para ganar, ¿hay que darle al pueblo lo que vulgarmente quiere que es pan y circo? Una de canon y otra de cheques para pañales.

Conjetura Uno: la ocurrencia se ha debido parir donde Taguas. Economista de servicio de estudios. Como Sebastián, pero éste era el segundo. El valor de la experiencia para quien asume la responsabilidad se destaca nuevamente - asumida la certeza de la conjetura - como irreemplazable en la solvencia de los que toman decisiones.

Conjetura Dos: este no le aguantaba un asalto a Pizarro. Ni a Rato. Ni a Artur ni a Durán si se pelearan por la misma silla. Mariano, el hombre, como dice él mismo con sus propias palabras en la segunda entrevista en fascículos del marido de la Sra. Ruiz de la Prada, "es un señor de Pontevedra". Eso es síntesis y lo demás puñetas.