jueves, septiembre 06, 2007

"Y sigo viviendo, a pesar de mi notable falta de talento para ello"


Vuelve Sabino Méndez. Una nueva historia en el metro. Se lo veo a un joven - me sobrecoge decir que otros son jóvenes - que lo lee muy sobado y ajado por el uso en el vagón que me lleva a la reunión de rigor. Observo que es un título que no tengo y no conozco. Ergo, o soy un despistado o acaba de salir a la calle. Voy directo nada más salir a la librería:
...raramente he sido creído: nunca he aspirado a escribir una sola palabra que fuera original, y aún menos he creído jamás en la soberana candidez de creer que he tenido alguna idea que pudiera llamar, de una manera pomposa, propia.
Yo eso es lo que me digo cuando sosiego la mente. Pero no es lo que me sucede cuando deliro. Quizá Sabino me gusta porque me hace pequeño, le espantan las patrias y sabe mejor que yo que, pase lo que pase, se continúa viviendo. Esa es mi única oportunidad real, seguir viviendo. Es cosa mía hacerlo y que merezca la pena.


P.D.: Curiosidad al canto. El ejemplar que tengo en mis manos se titula "Historia del hambre y la sed" y tiene las letras amarillas. La foto, que robo de la web de la editorial, tiene las letras rositas y está titulada más literariamente "HistoriaS del hambre y la sed". En esta afamada librería online, el título está sin S, pero tiene la misma portada que la que aquí les dejo contemplar.