sábado, marzo 03, 2007

En busca de un poco de oxígeno...


En la espesa atmósfera que nos rodea, aprovecho el entorno para que caigan más de punta mientras sigo reflexionando a qué conclusión llego en lo que se refiere al muerto viviente que tanto exceso verbal y emocional nos trae, todo eso sin perjuicio del juicio al heroísmo inmoral del sujeto. De Savater, la otra mañana en el diario independiente del amanecer:
Para los pro-nacionalistas actuales, cualquier reivindicación de la unidad de España como Estado de Derecho es "rancia"... como si los derechos históricos impertérritos ante el paso de los siglos y la segregación étnica fuesen conquistas de la modernidad. También para los actuales abogados del clericalismo el laicismo es progresismo trasnochado y, según Rouco Varela, el ateísmo resulta decimonónico (por lo visto la transubstanciación eucarística y la resurrección final de los muertos es lo que más va a llevarse la próxima temporada). Otros pretenden que el laicismo es un perverso invento de Zapatero y sus adláteres, lo mismo que hay quien cree que denunciar el separatismo reaccionario (todos lo son) es una maniobra al servicio del PP o del tradicional fascismo hispánico. Quiero pensar que la mayoría de este país -aunque desde luego la menos estentórea- no vive políticamente empobrecida por semejantes tópicos sectarios.
Fernando, ¿y si sí viviera así? ¿Cómo repartimos las responsabilidades? Ingenuo pensar - absurdo - que se trata de uno, de unos, solos. No se gobierna para una facción, le decía Fidalgo a José Luis. No se opone uno para una facción ¿podría decírselo a Marianico? Se lo diría a Federico, que no hace periodismo, hace oposición, cosa totalmente legítima.