viernes, enero 12, 2007

Lapsus

"...y pidió «lealtad», «buena fe», «saber estar» y «ser un caballero» para no utilizar políticamente sus palabras. "


Unas letras sueltas en los papeles, unas cortas líneas del diario pesadilla del socialismo realmente existente, el que hay, y que tiene la ambición de ser universal en su cabecera. Debe ser la competencia: unos dicen que son el paisito, otros el mundo entero. Sin duda, ganas de abarcarlo todo. Pero de quien hablamos es de nuestro Caballero de la Triste Figura, de rocín flaco, adarga del progreso y a la vera del compañero Rubalcaba a voces de son molinos.

Unos dicen que son dos, en otro sitio ya cuentan que son tres. ¿Churchill, De Gaulle o Adenauer tenían lapsus en los días malos? Estos son de derechas, puede que el ejemplo no sea completo. ¿Willy Brandt? ¿Miterrand, acaso? Siendo más mundanos, ¿tenía Felipe lapsus? Hasta hoy perdura la duda de quien fue mejor caballero, si Palmerín de Inglaterra o Amadís de Gaula.

Mala es la hora del Príncipe que implora que sus palabras no se empleen políticamante. Mal fario si el Príncipe tiene que explicar que un político habla muchas horas, ergo el que tiene boca se equivoca. Triste destino aguarda al Príncipe que no sabe que no puede equivocarse. Quizá ahora perciba los méritos de Bahamonde, que nunca decía nada y que no se metía en política: miren que le fue bien, treinta y tantos años y sólo un enigma: no hay mal que por bien no venga, al calor del cadaver de Luis Carrero Blanco. Vete a saber si fue un lapsus.

"Saber estar", dice. Impasible el ademán. Yo creo que le falta mucha mili.