martes, octubre 02, 2007

"El referéndum no se va a celebrar", señaló tajante


Creo que el lehendakari de todos los vascos (sic) está temblando. Una mirada al pasado reciente, teniendo en cuenta aquello de que aprobaría lo que viniera de Cataluña y su valor como profeta en toda elección local y mundial habida desde que dijo aquéllo de "el poder no me cambiará", no invita a hacer apuestas. En esto no ha mentido más de lo justo: sigue siendo igual de fatuo e insustancial, no ha servido de mucho la experiencia. Ejemplo claro: ya dicen que quiere convocar una nueva y pomposa conferencia de presidentes autonómicos para hablar del cambio climático. Evidentemente, y con la que está cayendo, es urgentísimo. Una cortina de humo, nunca mejor dicho, para hablar de lo que ignora y que amenaza con proponer medidas para llevarnos a la ruina. Es más triste comprobar que viene a buscar a casa el eco que no tiene fuera de su lar. Los acordes de la Alianza de Civilizaciones resuenan por las paredes de la ONU sin encontrar dueño. Su apelación a los horrores del CO2 quedó ahí, en una Asamblea de las Naciones Unidas que se pasó de picnic: Nueva York está bonito estos días y le dio tiempo a verlo.