Un nuevo ejercicio de confusión y falsa pureza: él no tiene que pedir favores, todos desean hacérselos y se los hacen sin preguntar. Pero el verdadero sentido de la confusión es que todo es al revés, es él quién hace los favores para no tener necesidad de pedirlos. Para salvarle de la mentira, sólo puedo concebir una cosa: antes de hacerle y pedirle favores, Globomedia no era un grupo de comunicación como los que presuponemos, sólo una productora con una empresa de estudios y una participación pequeña en una TDT que no emitía: fue entonces cuando pidió nombres para presidir RTVE y se los dieron. ¿Eso fue un favor? Llámenlo como quieran, pero hay gente que tiene una tele y antes no la tenía. Hay gente que tenía una sentencia del Supremo en la que les obligaba a deshacer un timo y un entuerto, y se les ha hecho una ley a medida en el caso de prevaricación perfectamente legal más apestoso desde la concesión de Canal Plus.
(A todo esto: promete, muy independiente, que no intervendrá en la guerra del fútbol. Zorro, más que zorro: no tiene necesidad, esa guerra ya está ganada)
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