miércoles, diciembre 27, 2006

Releyendo papeles amarillos: citas del pasado (V)


Consejos a castellanos proyectados sobre catalanes.- Yo digo a los amigos de Castilla para que lo oigan amigos catalanes: Hay que amar a las nacionalidades españolas como cosa propia, común a todos. Donde huellen nuestros pies dentro de la tierra peninsular hay que sentirse nativo, procurar la comprensión inmediata de sus costumbres y sus problemas, ayudar a resolverlos; ser útil en fin a las necesidades colectivas. Castilla defiende a España en Madrid y Cataluña en el Ebro. Madrid, lo ha dicho un poeta, es hoy "capital de la gloria", pero Barcelona es "capital de España". Hacia las mesetas castellanas se van los humos de las fábricas y las grúas de los puertos catalanes, y desde la isla de Gracia a los límites del Bajo Pirineo, ocupa Castilla un gran kilometraje de trincheras. Euskadi perdió su tierra, sus hijos y su espíritu están incorporados a Cataluña fundamentalmente. Este abrazo venturoso de nacionalidades se produce porque hay sobre todos y en todos, un mismo deseo: defender la independencia de la Gran Patria y hacer dentro de ella la unidad de nuestros pueblos libres, cultos, fuertes, económicamente bien organizados. Ésta es la "España Una" que nosotros comprendemos. La otra España, de los mercenarios al servicio del invasor jamás podría ser nada. Mosaico roto de odios interiores. El odio interior - odio a Euskadi, a Cataluña - no se proyectará nunca en unidad interior ni exterior.



Segundo Serrano Poncela, La Vanguardia, 24 de julio de 1938