Está Josep Antoni satisfecho de los setenta y cinco años de existencia de Unió Democrática, con su mártir, que concede pedigree, y todo. Enhorabuena. Lo cuenta en el ABC, como mínimo, y hace una explicación gaseosa de lo que es su partido, de su humanismo y su catalanismo. Que no tiene por qué ser independentista, dice literalmente. Claro que no, lo que no sé es si tiene que aclararlo: yo me había quedado en que su opción era una especie de confederación helvética. Todo en la vida suele estar muy interrelacionado, así que si se fijan bien en lo que es Suiza, tiene que ver con el verdadero interrogante:
la libertad fundamental de los padres de elegir la escuela de sus hijos son hoy valores que más que nunca nuestra sociedad requiere y que Unió se propone fortalecerEstoy conmovido. La pregunta inevitable es si, como su compañero de federación, el Sr. Mas, piensa que si un padre desea escolarizar a su hijo en castellano - que no se le negará, porque tiene libertad fundamental para hacerlo - debe hacerlo poniendo un colegio por su cuenta como los japoneses ponen el suyo. Es decir, si Unió, que es un partido democristiano y no liberal, y que por tanto debe creer en la gratuidad de la escuela pública o concertada pagada con impuestos, cree que es concertable, un derecho fundamental innegable, etc. etc. el que el hijo de cualquier menda sea escolarizado en la lengua ¿vehicular? que elija entre aquellas que son oficiales de acuerdo con las leyes.
Sí contestara con un monosílabo negativo, me encantaría saber las razones, y qué papel ocupan en ellas las libertades fundamentales del padre.
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