No sé si ustedes se leyeron El Asedio a la Modernidad. Han hecho mal si no es así. Siempre anda medio agotado. Allí se explicaba perfectamente hace bastantes años todas estas tonterías de la multiculturalidad, el indigenismo, la afición a las pitonisas y otros consumos de gente de buena fe en disposición de salvar al mundo. Estoy seguro de que José Luis no lo ha leído o no hubiera entendido qué hacía sentado con Erdogan buscando puntos en común...
Arcadi comió ayer con él:
Mi encuentro con el filósofo Sebreli en el Hotel de las Letras de Madrid empezó con un decilitro de gazpacho y esta pregunta: «Si hemos de rescatar a la izquierda del fondo de tantos abismos, ¿no sería mejor hacerse de derechas?». En aquel momento sólo sonrió con elegancia. Sebreli es pequeño, frágil y suave, y se alimenta con gran prudencia. De hecho no probó el gazpacho. Era pertinente preguntarle por la izquierda. Aunque en su país pasa por ser un hombre de derechas (cierto que los argumentos son algo flojos, como ese del periodista Verbitski que lo acusó recientemente de «insomne»), Juan José Sebreli dice de sí mismo que es un hombre de izquierdas, por agnóstico, antimilitarista y partidario de la libertad de los cuerpos, así exactamente, que lo anoté recto y pulcro como si fuera una tarjeta de visita.Tenía libro nuevo y yo sin enterarme, El olvido de la razón, "un regio batir de palmas", dice Arcadio. Pues iré a buscarlo.
(P.D.: cuando el señor Espada reproduzca en su blog el artículo de El Mundo, les cambiaré el enlace y así se nutren).
(P.D.2: Ya lo hizo.)
Aviso privado: Eh, Albert, me interesa más Sebreli que Castells. Que no tiene nada que ver, pero tiene.
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