Cuando pienso. Cuando creo. Albert, no sé cuándo hago una cosa o la otra; no sé por qué, maldito mono, agarro y digo: "esto lo escribo". Me lo decía hace un momento, que veo a Obama asaltado por un reportero de Cuatro - los tenistas, los baloncestistas y los reporteros españoles ya saben inglés, el primer ministro, no - para saber la intención de la gran esperanza negra acerca de este país tan introvertido. Y Obama dice que tal y que si cual, que si somos aliados, y que creemos en los derechos humanos, y que no se puede - no se puede, los EEUU no pueden - imponer una política exterior. Sino que hay que cooperar, como si dijera dialogar. Qué bien. El primer ministro dialoga mucho. Me río. No, me sonrío. Recuerdo a Nelson, si es que era Nelson o es el acervo o lo apócrifo. Inglaterra no tiene amigos, tiene intereses. Y la capital de Nueva Inglaterra está a las orillas del Potomac. So, fuck the candidate. Pero cualquier cosa es mejor que Bush jr., incluído McCain. ¿Es importante? Suelen ser puntos de giro o, al menos, se le parecen. Que le pregunten a Chomsky cómo fue la admninistración Kennedy vista desde dentro para dejar bocas izquierdísimas abiertas. Ah, sí: Obama fue presidente de la revista de derecho de Harvard. José Luis es de León. Cecina y pimientos del Bierzo. Raciones en El Húmedo.
Que decía que si creaba o si pensaba. Vuelva del futuro y me cuenta.
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