domingo, julio 13, 2008

Cebrián es un hombre extraordinario


¿Qué tiene en común este editorial del diario antes independiente con sus años de jefe de informativos de la televisión española por antonomasia? Los sustantivos, no tienen desperdicio:
Hace más de 10 años que el PP, en pleno aznarismo y con el exclusivo apoyo de los comunistas...
Los comunistas, esa hidra de siete cabezas. Cuando el escribano a las ordenes del consejero delegado escribe estas cosas ¿pasa vergüenza? ¿lo ve como un servicio necesario en su carrera profesional? ¿se lo llega a creer?

Naturalmente, a Prisa le han estropeado un negocio y vale todo, especialmente disparar al gobierno con la verdad de la buena: por hacer esto mismo, los diarios del sindicato del crímen no eran otra cosa que bandidos con la aviesa intención de derribar la monarquía vendiendo periódicos. Un ex redactor jefe de ese diario y hoy enriquecido presidente de otro diario me decía en total ausencia de intimidad que lo que hacía el señor Ramírez con su gaceta era periodismo pistola. No me cabe duda. La cuestión es si es el único culpable.

¿Y cómo dan cera? Proclamando un escándalo que han amparado durante años y del que se han beneficiado durante años:
Desde entonces, las guerras en torno al fútbol televisado han sido frecuentes, y constante la involucración en ellas de los diversos Gobiernos autónomos y del Gobierno central, independientemente de quiénes sean sus titulares y del color del partido político de turno. El clientelismo electoral, cuando no el trato de favor a los amigos de los poderosos, ha sido la norma que socialistas y populares han seguido preferentemente en estos casos
Y sin ponérseles la cara carmesí: el trato de favor a los amigos poderosos. Hubiera sido agradable leer esto mismo ante los sucesivos cambios legislativos conseguidos con cafés en La Moncloa en favor de los mismos propietarios ahora mancillados al tiempo que, como si fueran derechistas acérrimos, ponen los puntos sobre las íes que son:
Repetidas veces hemos defendido la necesidad de mantener un modelo de televisión pública, estatal y autonómica, que sirva a los intereses comunes y juegue un papel institucional. Nada de eso existe. A cambio hemos padecido la manipulación informativa, a derecha e izquierda, y ahora vemos a todos los subvencionados del Estado aliarse en espuria competencia contra la libre iniciativa. El presidente del Ente Público, Luis Fernández, ha dicho que ésta es una operación rentable. Su palabra no es suficiente. Fernández no está al frente de una empresa privada, aunque él no parezca consciente de ello: los contribuyentes españoles tienen derecho a una información puntual sobre el coste de esta inversión multimillonaria y los gastos y comisiones de intermediación que se hayan generado. En plena amenaza de recesión económica y cuando se regatean los dineros para la sanidad y la escuela pública, se trata de un obligado ejercicio de transparencia.
No sé por qué me meto con Libertad Digital. Pido disculpas a sus propietarios. Son irrelevantes comparado con esto.


P.D.: Por cierto, la autoexigencia literaria del Señor Ramírez ha bajado muchísimos enteros, pero no pensé que llegara a ser tan trivial: "Cuando organicé el programa del pasado fin de semana en Londres ya intuía que me podía tocar vivir algunas emociones fuertes, pero no imaginaba hasta qué punto". Un primer párrafo como éste es para que no pase la primera sesión de cualquier cursillo para esas personas con vocación oculta de escritor durante el fin de semana.