Existe un ensordecedor silencio entre izquierdistas honrados y derechistas militantes acerca de la dimisión de Bermejo: ¿qué otra cosa se hace en la modernidad de José Luis, esa que dice que él trae no se sabe de dónde porque no ha viajado en su vida? Bueno: ¿Fue en Suecia o en Dinamarca? Una ministra de la igualdad de verdad tuvo que dimitir por usar su visa del ministerio para comprar pañales. No es la cantidad, es el fuero. Aquí, la cantidad abruma, además.
Esperanza enseñará catalán en Madrid. Muchos ángulos para el asunto: ¿protestará la Generalitat al quedarse sin los alumnos que paga su embajada en Madrid? ¿Dejarán al Cercle Catalá, el de plaza de España, con su pubilla incluída, sin trabajo? Está subvencionadísimo aprender catalán en Madrid, pueden preguntar. ¿Debe la Comunidad de Madrid enseñar algo que la Generalitat está dando gratis? ¿Hay demanda para más? Esta es una pregunta de respuesta seguramente desconocida, pero apasionante.
Más vertientes: ¿y dónde y cómo piensa poner la escuela? ¿Será bilingüe catalán/inglés como la red castellana que obviamente ya tiene o tropezaremos con más problemas de jerarquías lingüísticas? ¿Tiene capacidad el partido popular para convertir esto en una pieza de propaganda respetable o quedará como una gracieta en campaña? ¿No les pone nerviosos y ansiosos la espera de la publicación de las oposiciones y la medida del éxito o fracaso de la convocatoria para dar clase de mates en catalán en Madrid? En otoño, recuérdenmelo, para ver si montan un cole en septiembre o lo meten en presupuestos para el 2009. Y hacemos unas risas.
Las encuestas, Iñaki, dice que van bien. Lo que no deben es ir mal, que no es lo mismo que bien. Porque si fueran bien no habría un titular cada semana con el dinero que va a dar... ¿a quién? Aparentemente, es el mundo feliz, les toca a cuatro pero todos piensan que es el hombre de la paz y los pobres. ¿Será porque realmente no hay pobres y los pobres reales ni saben lo que pueden succionar? Por si acaso, estoy pensando en adoptar tres niños foráneos y ser receptor de todo tipo de ayudas: por familia numerosa, por inmigrante, y por solidario, coño. Poco claro debe estar, que tiene que decir que dará dinero. Detalle: el presupuesto se aprobó en diciembre, luego es mentira o perturbación de la ley y la democracia. Es decir, las leyes son papel mojado.
Están licitando obra publica a toda leche. Otro signo de que la cosa bien no va, aunque no sea mala del todo. Las inmobiliarias pequeñas suspenden pagos o no se ponen al teléfono cuando los dueños les piden que entreguen el piso. Las grandes, haciando apaños con los bancos para que en Moncloa deban favores. Y las que querían estar en bolsa y no estaban, pues echando la persiana para que la gente no entre por la puerta y a esperar a que deje de llover antes de que se inunde el sótano, que hay goteras.
(pero no hagan caso, que todo esto no es patriotismo)
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