martes, febrero 27, 2007

Nuevos papeles amarillos (I)


Del Discurso Preliminar de la Constitución de 1812, no se pierdan ni las ideas ni el lenguaje:

"Los españoles fueron en tiempos de los godos una nación libre é independiente, formando un mismo y único imperio; los españoles después de la restauración, aunque también fueron libres, estuvieron divididos en diferentes estados, en que fueron más o menos independientes, según las circunstancias en que se hallaron al constituirse reynos separados; los españoles nuevamente reunidos baxo de una misma Monarquía, todavía fueron libres por algún tiempo; pero la reunión de Aragón y Castilla fue seguida muy en breve por la pérdida de libertad, y el yugo se fue agravando de tal modo, que últimamente habíamos perdido, doloroso es decirlo, hasta la idea de nuestra dignidad, si se exceptúan las felices provincias vascongadas y el reyno de Navarra, que presentando a cada caso en sus venerables fueros una terrible protesta y reclamación contra las usurpaciones del Gobierno, y una reconvencion irresistible al resto de la España por su deshonroso sufrimiento, excitaba de contínuo los temores de la corte, que acaso se hubiera arrojado á tranquilizarlos con el mortal golpe que amagó a su libertad más de una vez en los ultimos años del anterior reynado. Ahora bien, Señor, en todas estas épocas se hicieron leyes, que se llaman por los juriconsultos fundamentales. Ellas forman nuestra actual Constitución y nuestros códigos; ¿cómo es posible que ordenadas y aproximadas, de cualquier modo que se quiera, puedan ofrecer a la Nación las breves, claras y sencillas tablas de la ley politica de una Monarquía moderada? No, Señor, la Comisión ni lo esperaba, ni cree que este sea el juicio de ningún español sensato. Convencida por tanto del objeto de su grave encargo, de la opinión general de la Nación, del interés común de los pueblos, procuró penetrarse profundamente, no del tenor de las citadas leyes, sino de su índole y espíritu; no de las que últimamente habían igualado á casi todas las provincias en el yugo y la degradación, sino de las que todavía quedaban vivas en algunas de ellas, y las que habían protegido en todas, en tiempos mas felices, la religion, la libertad, la felicidad y el bien estar de los españoles; y extrayendo por decirlo así de su doctrina los principios inmutables de la sana política, ordenó su proyecto, nacional y antiguo en la substancia, nuevo solamente en el orden y método de disposición"


Mapuche: estos eran unos optimistas, ¿no le parece?. ¿O unos ilusos?. ¿Qué parte (no) ha leído Rajoy? Vemos que la historia da para que todo el mundo encuentre a qué agarrarse... Ciertamente nos ayuda a entender la capacidad de las disputas para prolongarse en el tiempo. ¿De las disputas o del lenguaje que empleo para las disputas de hoy, siempre en busca de un tú primero? La Historia es una trampa magnífica para ignorar los deseos de los vivos. Y para deformarlos y justificarlos, pero allá cada uno con su personalidad.