lunes, agosto 07, 2006

Reinaldo Arenas regresa de la tumba



Él era consciente de su dificultad para obtener popularidad o ser querido: era anticastrista y maricón, así que no esperaba el apoyo de nadie. Triste en el exilio, además de enfermo, dejó al dictado y para siempre Antes que Anochezca, seguramente su mejor libro. Reinaldo era un muchacho hecho a sí mismo gracias a su talento y a pesar de su falta de educación formal.

Yo he visto a Juan Luis Cebrián decir serenamente que Fidel Castro es un dictador, pero estaremos todos de acuerdo que el grado de antipatía que se dedica al comandante no tiene ni la mitad de mala baba que el dedicado a Augusto. Pinochet, se entiende. Por eso no termina de extrañarme que hoy alardee el diario de publicar un artículo inédito de Reinaldo Arenas en el que dedica toda clase de lindezas al también conocido como El Caballo. Les va a encantar:
A los pocos que aún siguen arrobados con la imagen "reivindicadora" y hasta "heroica" del Comandante en Jefe que no se hagan ilusiones. El mismo Castro a través de su ejército ha dicho que "no cederá ni un milímetro en su ideología" y ha declarado que "prefiere que la isla se hunda en el mar antes de renunciar a sus principios políticos"... Claro que le toca al pueblo cubano decidir si quiere esa zambullida apocalíptica o si prefiere vivir en paz y con libertad como afortunadamente lo hace ahora gran parte de la humanidad.
Se llama divertidamente Elogio de Fidel Castro y tiene razón, pues lo que ha hecho no lo hace cualquiera.

Conociendo los intereses de PRISA hay un detalle que me llama la atención. Una columna de apoyo dedicada a poner en contexto el artículo advierte de que la que fue mentora francesa de Arenas, Liliane Hasson, está a punto de publicar su biografía en Francia. ¿Tendra Alfagura los derechos? Ya se verá.